EN EL TRABAJO LA ESTÁN ACOSANDO, SEÑORÍA, LA ESTÁN ACOSANDO
A la maestra, la directora, con la cooperación de la Inspectora de zona, se la ha inhabilitado, porque sí, sin motivación y sin posibilidad de defensa, de su actividad docente y se la ha colocado en la Biblioteca, a limpiar el polvo de los libros. Es decir, se la ha rebajado laboralmente y se le han asignado trabajos sin apenas utilidad, y se ha hecho presionándola de la forma más torticera y arbitraria.
A la maestra se la ha marginado, se la ha evaluado de forma sesgada, se la ha acusado de errores insignificantes, se la ha menospreciado desde un punto de vista profesional, le han adjudicado irracionales trabajos, se la ha encerrado negándole el derecho a comunicarse con sus superiores jerárquicos, se la ha ninguneado, se la ha avasallado.
A la maestra se la ha convertido en enemiga. Enemiga.
A la maestra la han dejado inerme, sin autonomía, sin estima. De ella se han mofado. A ella no la informan, se la critica con injusticia, no se la deja acceder al teléfono, se la cambia de clase constantemente, se la vigila, la despojan de sus derechos, desprecian sus enfermedades, se la conduce contumazmente al error, se le atribuyen fallos que otros cometen...
A la maestra no le dirigen la palabra ni la miran. Se comunican con ella sólo por escrito. Se la aisla físicamente. Se presiona a sus compañeros para que la aparten de su presencia...
Se amenaza a la maestra, se la desacredita, se atenta contra su dignidad humana, se difunden rumores malintencionados sobre ella, se la tilda de loca, se le grita, se la agrede con empujones leves...
A la maestra. El Fiscal lo sabe. ¿Y qué hace? Que se sepa, hasta ahora, nada. ¿Y si le ocurre algo irreversible? Silencio. Enemiga del pueblo. Pena me dan. Pena. De ella me compadezco. De los acosadores, me apiado.
Un saludo.
0 comentarios