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Francisco Velasco. Abogado e historiador

ETARRA-TA-TA-TA-RA-TA-TA

 Que han arrestado a Martitegi, responsable militar del aparato militar de los asesinos etarras. Lo ha dicho un feliz, hoy, Rubalcaba. Que el diálogo con esta banda es pasado. Lo ha dicho un contento, hoy, Ministro del Interior.  Bueno, pues me alegro infinito, pero dicho por quien es, me creo la mitad de la mitad, es decir, que no me creo que Martitegi sea el número uno de estos criminales ni que el pasado con ellos terminó ayer. En román paladino, que no me creo lo que dice una persona que miente tanto como este señor. -Entonces, ¿tampoco cree usted que es el tercer número uno de ETA detenido en pocos meses? En efecto, tampoco me lo creo. Sí resulta evidente, y por tanto no lo discuto, que tres cabecillas de este grupo asesino han sido detenidos, pero la evidencia no es tal en cuanto nada demuestra su rango de privilegio en esta empresa del crimen. ¿Por qué? Porque ninguna empresa que se precie, y ETA lo es, puede permitirse el lujo de ser descabezada tres veces en pocos meses y no resentirse por ello. A mi juicio, una cúpula empresarial es tan importante que sólo la inercia del negocio puede hacerla avanzar un poco de tiempo sin sus líderes financieros, ideológicos y/o ejecutivos. La empresa ETA ha sido enterrada no sé en cuantas ocasiones a lo largo de su dilatada historia de casi 40 años de terror continuado. Y tras el entierro, la resurrección. Que no, que no, que resucitado sólo hubo uno.
 Hay que buscar la mano que mece la cuna. O las manos que lo hacen. O la voz que canta las nanas. O el bolsillo que se llena. O la mirada que reparte. Es ahí donde se ha de buscar. -Que unas veintidós personas, presuntas etarras, han sido arrestadas este año, articulista, me reprocha un lector. Sí, no lo niego, contesto, pero son los amanuenses de un libro que escriben otros. -Que veintidós personas, presuntas etarras, han sido arrestadas este año, me insisten. Que no lo niego. Ni la cifra ni el hecho. Pero entre ellos no se incluye manijero alguno, financiador de cualquier índole, ideólogo de compañía, empresario de postín, político de renombre, ejecutivo de altura. No. Han detenido a sicarios, a segundones, a chicos de los recados, a jóvenes para todo.
 ¿Qué pasa con Arzalluz?, me pregunto. -Es que usted se hace unas preguntas imposibles, porque Arzalluz no pertenece a ETA. -Ya lo sé, me apresuro a aclarar, pero sus ideas, sus actitudes, sus disculpas, sus excusas, sus comprensiones,..., constituyen excelentes escudos protectores de los criminales. ¿O acaso no fue él, quien llamó "esos chicos" en expresión disculpatoria o atenuante, eufemística, a los violentos de la kale borroka? ¿Tampoco ha declarado el ínclito ex presidente del PNV que ETA al amenazar a Patxi López y a los suyos, quería ayudarles? ¿O que el futuro gobierno vasco era una trampa? ¿No le son atribuibles sus palabras sobre el Rey, al que calificó de tonto? ¿Alguien duda de la no veracidad de su declaración sobre el RH de los vascos? ¿Es posible que tampoco dijera que no sabe si lo que molesta de ETA es el tiro o la finalidad, o que lo único que preocupa a Jaime Mayor Oreja es el exterminio del nacionalista, o que no es bueno para Euskal Herria que ETA sea derrotada? Y así.
 La mano que mece la cuna está libre, tiene poder y manda mucho en este país. Termino con una reflexión, para que podamos advertir si el articulista apunta, o no, en dirección equivocada, o si su puntería es errática. ¿Cómo es posible que la policía haya logrado detener a estos supuestos líderes de los terroristas y, sin embargo, ignore dónde se esconde Josu Ternera? Éste sí tenía, y tiene, peso. No todo, pero bastante. Yo me lo malicio, pero como carezco de pruebas, me como con patatas la ausencia de respuesta. Ustedes sabrán.
 Un saludo

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