...Y ESTO PARA LOS NEGRITOS
Cajasol nació en mayo de 2007, como consecuencia de la fusión, por absorción, de las Cajas de Ahorros de Huelva y Sevilla y la Caja de San Fernando, fruto a su vez de la fusión de la Caja de Ahorros de Sevilla y la Caja de Ahorros de Jerez. Hasta ahí, pura descripción y con la descripción proseguimos.Una caja de ahorros es una entidad de crédito similar a un banco, con la diferencia de que tiene entre sus objetivos el interés público y suele dedicar parte de sus beneficios a actividades de tipo social y cultural. Puede tener, o no, fines de lucro, y ser de titularidad pública o privada. Actualmente, las cajas de ahorro se consideran entes de carácter social, cuya naturaleza jurídica viene regulada por las Comunidades Autónomas y cuyos órganos de gobierno son elegidos por los poderes públicos correpondientes a su domicilio social. Mas no se debe olvidar que, desde un punto de vista operativo, las cajas se consideran empresas y, como tales, se han de regir por la legislación de la Unión Europea.
La intervención del Banco de España en Caja Castilla-La Mancha ha puesto en entredicho la seguridad del sistema financiero del que tanto se han venido jactando Zapatero y el virtualmente destituido Solbes. Un nuevo ridículo a añadir a este gobierno de la señorita Pepis con el que juega a su antojo el PSOE, para bien y solaz de su particular interés. Un ridículo que no debe distraernos de la alarma creada y de las nefandas consecuencias de una política indecente. Cómo es posible que se haya usado y abusado tanto de la concesión de créditos. Quién se puede extrañar de la morosidad in crescendo. Cuándo se han dado cuenta sus dirigentes de la situación de liquidez y acaso de insolvencia en que ha caído la entidad crediticia. La OCDE ya ha apuntado que las cajas son un 'sector de riesgo, máxime si están en manos de los mercados inmobiliarios'. La necesidad de capital es imperiosa, pero no de unos pocos millones, sino de más varios billones de pesetas. Y es que las cajas, a diferencia de los bancos, no pueden recurrir a las ampliaciones de capital. El recurso al dinero público para consumar una fusión puede crear un perverso sistema de incentivos, manifiestamente contrarios a una política anti-proteccionista.
Advirtamos dos situaciones tan reales como inobjetables. Una: en enero de 2008, los créditos morosos alcanzaron una cifra de casi nueve mil millones de euros (billón y medio de pesetas); en febrero de 2009, la cantidad ha ascendido a más de cuarenta mil millones de euros (casi siete billones de pesetas). Otra: mientras la ratio recursos propios/volumen de activos de la Bilbo Bizcaia Kutxa (BBK) es del 10%, la de una caja pequeña, como Cajasol, puede rondar el 3%. Se argüirá que el sector del ladrillo ha causado esta debacle, pero frente a ese argumento facilón, habrá que tener en cuenta otro igual de sencillo, pero que desarma al primero: el sector del ladrillo se ha extendido por doquier y no sólo en algunos puntos de nuestra geografía. El problema no es de las inmobiliarias, sino de la gestión de las cajas. ¿O es que cuando Unicaja ha rechazado la fusión con Caja Castilla la Mancha la problemática no era equiparable? ¿Donde está la diferencia? Sin duda, en la capacidad de gestión, en la eficiencia de la empresa y de sus directivos, en el saber decir no a promotores no demasiado solventes ni creíbles, en rehusar los préstamos a quienes no garantizaban un mínimo de fiabilidad en su devolución, en financiar arriesgadísimos negocios, en facilitar créditos a políticos y a formaciones políticas muy endeudadas y de dudosa economía,...
Un saludo.
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