VISITE GIBRALTAR, ESPAÑOL
La coma. El signo de puntuación. Lo que cambia el sentido y lo que pervierte la historia. El lema publicitario no es la invitación cortés a visitar el Gibraltar español. No. El señuelo se dirige al español para que se dirija a Gibraltar. Al peñón británico en tierras de España.
El gobierno gibraltareño busca ganar tierras al mar y a la frontera española por ser más chulo que un ocho. Del mismo modo que tiene muy clarito que no hay soberanía sin dinero ni sin mercantiles ni sin chanchullos de tráfico. Esto se soluciona en parte a través del blanqueo que proporciona el turismo hispano. Comprar productos en Gibraltar constituye una excursión de éxito a causa del marco exótico que es esa roca florida en medio de un desierto económico.
Y tan claro lo tienen los llanitos, que se mofan de la indigencia de los vecinos de La Línea y del acomplejamiento endémico de los sucesivos Ejecutivos de nuestro país. Ofrecer dinero a la Balompédica Linense a cambio de lucir publicidad de Gibraltar en sus camisetas deportivas es todo un síntoma de la realidad vergonzante que vivimos. El pez chico se come al grande y a continuación vomita sus vísceras en señal de que mata por gusto y no por necesidad. Mientras tanto, el tiburón amaestrado presume de su tamaño y de sus agonizantes fauces.
Picardo pone en jaque a Susana y a Mariano sin que nadie acierte a combatir sus maquiavélicas armas de desprecio hacia lo español. Gibraltar se está convirtiendo, de facto, en el eje metropolitano de la zona. La condición de colonia de muchos territorios españoles necesita tratamiento psiquiátrico. El servilismo en nuestros días revela una enfermedad insufrible. Si el ayuntamiento de La Línea no gestiona y la Junta se pasa el día haciendo calceta ideológica de desempleo, el gobierno central debe pasar a la acción. Es improrrogable un plan de fomento del Campo de Gibraltar. La única forma de competir con los bandidos es hacerles frente con las leyes en una mano y con la fuerza de la economía en la otra. El patriotismo trasciende la noción de sentimiento vacuo. A dios rogando y con el mazo dando.
La depresión que vive aquella zona de España nos debe hacer reflexionar. Preocupa que un trozo de tierra extranjera tenga la fuerza de un Estado que persigue el respeto. Ellos hacen su papel. Los españoles, el nuestro. Sin embargo, nosotros actuamos como lacayos del señorito británico. Total porque el señorito se coloca “up” y los siervos se conforman con el “down”.
Pues visitemos el Gibraltar que dicen que fue español. Pero cuánto mejor sería potenciar la zona de en medio, que esa sí que es española. Y muy española. Por ahora, que con tanto templagaitas, mañana se pasa al otro bando.
Un saludo.
0 comentarios