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Francisco Velasco. Abogado e historiador

CAUSA GENERAL

 

Aunque existen valores absolutos, los grados se discriminan. Igual que los militares se jerarquizan por sus galones.

 

Los cínicos constituyen un género que trasciende su dimensión filosófica. La peor hipocresía es la que nos vende quien la rechaza en cualquier aspecto de sus relaciones sociales. En el evangelio de Mateo se leía: “tú, hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo y entonces verás mejor para sacar la mota del ojo de tu hermano”. Los falsos de espíritu tienen una cara envilecida que deben desfigurar. La cara.

 

El cinismo empedernido de los independentistas de la correa de Mas se caracteriza, especialmente, por perseguir hasta tal punto el pensamiento único que no dudan en caracterizar su rostro de verdugo como santa faz de inocente. Nos invaden, nos roban, nos hacen cautivos, nos desgracian, chillan los malaventurados de la mentira a base de afeites en su piel de malditos.

 

Muy cercano a ellos, desde un punto de vista político, el psoecialismo del lobo feroz de la Junta de Andalucía. La multiplicación de los casos de corrupción en aquella cueva de mangantes les hace presentar su efigie más amable y, en un tono a veces brusco y en otros momentos de injusto tormento, se dejan notar en los medios propalando mensajes tan falsos como el Judas traidor.

 

De esta guisa ha aparecido el consejero Luciano no sé qué del área de no sé cuántos del gobierno de doña Susana, la del búnker transparente, que ya. El referido dirigente, mitad petimetre mitad trovero, acusa al PP, cómo si no, de abrir una causa general contra Andalucía por filtrar la información sobre el fraude hipermillonario perpetrado por sus conmilitones. Esto es un atropello a Andalucía, clama iracundo el señor.

 

Se necesita ser desahogado para declarar tamañas sandeces. No extraña a nadie esta salida de tono. Lo que nos sorprendería es escuchar de sus labios unas palabra de voluntad de investigar los hechos, de colaborar en su esclarecimiento y, sobre todo, de no confundir al personal atribuyendo los reproches a la Junta con los ataques ofensivos a la Comunidad Autónoma.

 

Lo cual, eso sí, es el sino de los dictadores de vía estrecha y de chaqueta amplia. Bueno, pues entre estos vestigios del franquismo más indecente, nos movemos en Andalucía. Ahora no se pueden escudar en los bárcenas y en los correas. Si Luciano no sé qué, consejero de no sé cuánto, quiere mostrarnos la calidad de su acción, tiene una oportunidad magnífica de limpiar su horrendo discurso.

 

No hay causa general contra Andalucía. Ni siquiera contra la Junta de su Psoe. Sin embargo, una auditoría general independiente hace falta como el comer. Antes nos moriremos de hambre que realizarla.

 

Un saludo.

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