COINCIDENCIAS, NO. O SÍ.
Con la que liaron con el borrado de los dos ordenadores de Bárcenas. Ordenadores que, en términos de propiedad, pertenecían aL partido, que no al extesorero. A sabiendas de la diferencia entre propiedad, uso y posesión, no dudaron en poner a parir a la cúpula de Rajoy. La historia suele castigar a los violadores de la verdad con la desdicha propia de sus acusaciones injustas. La izquierda que clamaba contra la mafia de Gürtel se mete la lengua entre los dientes aun a riesgo de tragársela.
El señor Ferrer, que ejerce como responsable de (des)organización de UGT Andalucía, ha comparecido, bien contrito, ante los medios para declarar que, a lo largo de un semestre, alguien, algún vampiro de la casa, se ha chupado la sangre escrita de cientos y cientos de archivos. Por lo pronto, no sea que la situación revierta en su contra, han decidido posponer la denuncia a momento más conveniente. Sobre la marcha, va a ser que no. Aunque la gente crea lo contrario, el mandatario ugetista se ha apresurado a advertir –excusatio non petita,…- que esta eliminación física, tal vez ni siquiera un erróneo formateado, no se ha producido con la intención de tapar vergüenzas ni de obstaculizar la investigación. Por favor.
En la estrategia de distracción, Ferrer ha aludido a la realización de un imprescindible ERE que pondrá en la puñetera calle a un montón de trabajadores del sindicato –los infelices que no están liberados- por culpa de la animadversión del Gobierno hacia esa entidad defensora de los derechos de los obreros y beneficiaria de los óbolos a los parados. Y qué pueden hacer ellos, austeros representantes del psoecialismo patrio, sino aplicar la reforma laboral fascista a que les ha conducido Fátima. Su gran respeto hacia las leyes les obliga a obedecer lo de los 20 días de los empresarios explotadores en vez de rechazar la limosna e indemnizar con los 45 días que ellos mismos defendían a mazo y linotipia.
Los sujetos son listos y clarividentes. No sólo rechazan la existencia de posibles delitos. Van más allá. Ni admiten las irregularidades. Es que Méndez se ha enterado del torbellino por la prensa. El “probe” Cándido dice que cómo va a dimitir si él no era la mujer de Fernández Sevilla. Madera quemada en la chimenea de la dignidad. Gato escaldado en el lodo derechista que huye de las aguas limpias del estanque de la izquierda ladrona. Qué leches se va a regenerar esta España nuestra si los encargados del área de la asepsia ensucian cuanto tocan.
Va a resultar que los reyes magos eran los ordenadores.
Un saludo.
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