CÓMO DE HONRADO

 

 El presidente Griñán asegura, sin sonrojo, que su gobierno es honrado. Y hay que creérselo. Democráticamente debe serlo, a juzgar por el apoyo interesadísimo de su partido y del de Valderas. Claro que semejante parámetro vale lo que una encuesta de El País sobre intención de voto. Siempre ganará el Psoe. Los mejores gestores son los de la Junta, dicen, pero el paro, la corrupción, el regreso económico se agrupan en territorio andaluz. Por qué será si tan honrados y tan buenos gestores son.

 

La realidad social nos dice cosa bien distinta. La juez Alaya ha lamentado las continuas obstrucciones por parte de la Junta a su proceso de investigación. Estoy seguro de que sus quejas no son gratuitas y que se sostienen en multitud de escritos conminatorios. La retención de expedientes por parte del gobierno andaluz forma parte de su modus procedendi. Se ponen las requisitorias judiciales por montera. Así que de buena fe, res de res que se dice en catalán. Y si no, que pregunten  al interventor que se dejó el hombre la garganta alertando de las irregularidades.

 

El fondo de reptiles lo dice todo y todo resume. Las responsabilidades políticas y penales no se predican de gente honrada. Y, sin embargo, los encarcelamientos y los embargos están a la orden del día. A no ser que se acuse a la justicia de prevaricadora, lo cual no se ha hecho por el momento, los privados de libertad se encuentran donde corresponde. Salvo error judicial, la prisión no se hizo para inocentes. Dónde, pues, la honradez del gobierno que fue de Chaves.

 

Honrado es el recto de ánimo e íntegro en el obrar. Si se han defraudado miles de millones de pesetas administrados por esa Junta, qué puñetas de honradez son argüibles. Aquí no hay ánimo de rectitud sino todo lo contrario. Pensaba el tonto, pensaba, que por serlo, nos engañaba. A otro perro con ese hueso. Si ese gobierno de Griñán es honrado, Bárcenas es el espíritu de la decencia.

 

Cómo de honrado. Comiendo. A base de lo mejor. Que paga el contribuyente.

 

Un saludo.