Blogia
Francisco Velasco. Abogado e historiador

MUERTES VIOLENTAS

 

EL CONTENIDO DEL BLOG SE PUBLICA TAMBIÉN EN LA WEB

http://franciscovelascoabogado.blogspot.com.es

El asalto nocturno a la residencia familiar del presidente de la patronal de Gerona vuelve a poner de manifiesto que la violencia forma parte, y cada día más, de la sociedad española actual. Basta remontarse a la paliza que recibió, hace poco tiempo, el conocido artista y productor José Luis Moreno. La inseguridad invade las vidas de los ricos y no desprecia la de los menesterosos. Un mundo de gente sin escrúpulos no se puede sostener en un Estado de derecho. La alarma social se ejemplifica en los pequeños hurtos, tirones, robos domiciliarios, ataques discriminados a chalets urbanos o rurales y otras lindezas de este estilo.

 

No es la crisis. La explosión de este fenómeno del atropello domiciliario en el que los delincuentes primero golpean y después preguntan, no radica en la recesión económica. Ni mucho menos. Los autores pertenecen  a bandas organizadas que disponen de medios para que sus navajeros y pistoleros cobren la pieza con la celeridad del rayo y, con esta misma velocidad, abandonen los escenarios de sus bellaquerías. La vida de un ciudadano vale un porrazo mal dado. La continuidad de su delito estriba en la impunidad de que se valen.

 

No son parados ni desahuciados ni indigentes ni indignados ni miembros de movimientos político-civiles. En absoluto. Españoles y/o extranjeros con objetivos muy claros constituyen la base humana de estos crímenes. La crueldad y la vileza mueven a sus protagonistas. Las víctimas no son provocadas por etarras. Delincuentes comunes bien armados, mejor preparados y con la misma carencia de escrúpulos.

 

En tanto, las fuerzas de seguridad hacen lo que pueden. Demasiado para sus escasos y recortados medios de defensa. Los ciudadanos, como siempre, hemos de soportar las agresiones y hacer del miedo nuestro compañero de viaje. Los joyeros Tous sufrieron en sus ricas carnes mortales el cáncer de la violencia mafiosa. Un familiar se enfrenta a 14 años de cárcel por el homicidio de uno de los supuestos asaltantes a la mansión de los comerciantes catalanes. El jurado popular tiene la llave de la cerradura oscilante de la legítima defensa. El acusado admite la mayor, que se cargó a uno de los que, a su juicio, intervino en los hechos. Lo que rechaza es que la muerte viniera precedida de premeditación y alevosía. El miedo asciende al nivel de lo insuperable en determinadas circunstancias. Nadie está ajeno a reacciones disparatadas. Ya sea a repeler el ataque con lo primero que tenga a mano, ya sea para acoquinarse hasta el aborregamiento, ya sea a la cooperación quasi cómplice con los bandidos. Mal consejero el miedo.

 

Decía el gran Tucídides, el gran militar e historiador ateniense, que los más valientes suelen ser los que aprecian con claridad lo que tienen ante sus ojos, tanto el peligro como la gloria, pero procuran no reunirse ni con la segunda ni, mucho menos, con el primero. Le faltó añadir que ante el miedo, el Estado es el pastor que nunca ha de faltar a su grey ciudadana. Si no cumple su cometido, para qué alimentamos a esa Bestia tributaria que cobra pero no compensa.

 

Las muertes violentas ponen en entredicho a las fuerzas de seguridad pero, fundamentalmente, al Gobierno del que dependen. Nadie me convencerá de que libertad y seguridad son términos antitéticos e incompatibles. Pregunten en Nueva York la causa del fortísimo incremento del turismo. Pregunten. En el país de las libertades, seguridad a ultranza para satisfacción de la economía y de la sociedad.

 

Un saludo.

0 comentarios