LA JUNTACHULA
A base de pan. Cuenta el chiste que Romualdo consiguió comerse, él solito, el buey a base de pan. La Juntachula es como el Romualdo del chascarrillo. Atiende las peticiones de los jueces cuando agota los plazos y pende la espada de la justicia. Así por siempre y ojalá que no para siempre.
Hace falta más de uno y de dos mandamientos judiciales para que los chulijuntas entreguen los expedientes exigidos. El juez puede esperar meses a que la juntasecta le salga de allí remitir la documental pretendida. Si quien lo solicita es un particular, apagamos y nos vamos. Misión imposible ocho. Las multas de 600 euros las paga el contribuyente pero no el funcionario a dedo de turno que se limita a obedecer las órdenes del superior que lo nombró, como si de esta manera hiciera decaer su responsabilidad. Por eso, estirado el elástico del tiempo y antes de que se deduzca testimonio a la Fiscalía en pos de posibles derivaciones penales, los junteros chuleones terminan por entregar, tarde y casi siempre mutilado, el expediente administrativo. Son los “mascas” de la mili particular del Psoe. Los más caras.
Entre la maraña de barbaridades perpetradas por esta Chulajunta, destaca, por mérito propio, la consejera de Presidencia, la simpar señora Mar Moreno. Esta mujer es que se pone a la cabeza en cuanto a engreímiento se refiere. Menos mal que es licenciada en Derecho, que si su doctorado se restringiese a los estudios de servilismo teledirigido como el de su compañero Mario Jiménez, no calculo a dónde podrían llegar sus invectivas. La susodicha politiquilla considera normal el follón de demandas contenciosas a consecuencia de la política de blanqueo de trabajo llevada a cabo en el sector público con el fin de beneficiar a unos cuantos miles de amigos y familiares a los que se convertirán en esbirros paniaguados por los siglos de los siglos. Chulapa que es ella. Y recurrirá cuantas sentencias se le pongan por delante hasta agotar los recursos. Juececitos/as a la más caleidoscópica representante del far niente institucional. Vamos, vamos.
Qué nivel de bravata y de jactancia ha alcanzado la Chulajunta que pasa de la imputación del director general de empleo y de la petición de una fianza millonaria a su suegra por la ñoñería de las prejubilaciones fraudulentas. Envidia cochina. A ver por qué la suegra no va a tener derecho a prejubilarse con la ayuda de su yerno. Después se quejan de las malas relaciones familiares con las suegras. Hombre, que la mamá política del político director general de la leche ha cobrado lo que corresponde a toquisque por trabajar en la galletera. Bueno, sí, pero es que la inteligente dama nunca trabajó en esa empresa. Bueno, y qué. Como si fuera exfutbolista. Pa chulanga, la griñajunta y pa puteado el administrado.
Y en cuanto a las elecciones, allá por marzo ventoso. Antes se afilan alfacas y se ocultan pruebas. Después será el crujir de dientes. De los chulos, ni rastro. La única herencia será el campo de minas y el entorno de ruina. Anden ellos calientes y que se joda la gente. Versión libérrima de la expresión de Góngora. “Traten otros del gobierno del mundo y sus monarquías, mientras gobiernan mis días mantequillas y pan tierno; y las mañanas de invierno naranjada y aguardiente”.
Un saludo.
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