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Francisco Velasco. Abogado e historiador

ACTAS: ASTILLAS

 

 Las actas del Consejo de Gobierno de Andalucía son públicas. Así ha dictaminado el Tribunal de Conflictos Jurisdiccionales del Supremo. No son, pues, secretas, señor Griñán. Públicas. Se acabó la broma. Ha bastado que una magistrada ejercite su función para doblar el brazo ejecutor de unos políticos matones que han hecho de una institución democrática una casa de hetairas. Ya era hora. Basta de mafiosos.

 

La sentencia es firme. No cabe recursos contra ella. Es más. El Alto Tribunal ha considerado improcedente el requerimiento que los inquilinos del garito de San Telmo hicieron a la juez Alaya para que se inhibiera. Que quiénes son ellos. Que sí, que se enteren, que las actas son públicas y pueden ser consultadas. Que no te enrolles Griñán "Bóyer". Ahora, eso sí, que si la muchachada de la presidencia de la Junta estima que en esas actas existe información sobre las canalladas perpetradas por los irresponsables de la Consejería de Empleo acerca de los expedientes de regulación de empleo, y que, para evitar que más de un alto cargo visite la cárcel, la declaran secreta, pues nada, que lo digan y que se vuelvan a negar a entregarla a la señora Alaya. De ahí a la querella criminal, un paso.

 

Cuánto engaño desarrollan quienes tienen la obligación de decir la verdad. Como recriminaba Rufiancaba a Aznar, los psoecialistas demagogos se tienen que beber un cubo del veneno que ellos mismos destilan. La petición de las actas por parte de la juez eran, por tanto, razonables y proporcionadas. La actuación de Griñán, pura filfa.

 

La investigación de la trama corrupta de las prejubilaciones fraudulentas toma otros derroteros. La sospecha de responsabilidades políticas del más alto nivel toma el carril de las certezas. Es preciso, en este punto, que el tren de las actas no pierda su raíl y, como por casualidad causal, la documentación se extravíe, se robe, se queme o desaparezca misteriosamente. No sería la primera vez. De las actas, astillas. De documentos de referencia oficial, fragmentos de la cara de pedernal o del corazón de madera de los junteros. Querían sacar beneficio, lucro o ganancia. Se ponen en el bando de personas que han regido con ánimo maligno las riendas de una Administración Pública.

 

Actas y astillas. Quienes se han esforzado en tapar las primeras han podido ser astillas del mismo palo de delincuentes comunes. Edificante la Junta de Griñán. Por qué algunos la denominan Juntasuna o Bildujunta? ¿Por qué será?

 

Un saludo.

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