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Francisco Velasco. Abogado e historiador

LA ESPAÑA ARRUINADA

 

 Esperanza Aguirre es una mujer valiente. Ama lo que hace y hace lo que ama. Ama la vida y la vida la ama. La ruina de España comienza por la fractura territorial del país, ha dicho. La división de España termina en manos del separatismo vasco y catalán. El terrorismo golpea a las víctimas y la izquierdona corrupta mira hacia otro lado. Nada ve de lo que debe. El peor Gobierno de la democracia agotará hasta el último suspiro para que nadie le arrebate tan indecente honor.

 

Pascual Bildu, que diga Sala, es el presidente del Tribunal Constitucional. A propuesta del PSOE, claro. La caverna psoecialista sale por la noche a alumbrar el camino a los magistrados. La sentencia del TC abre el palacio a los vicarios de ETA. Seis votos contra cinco. Seis votos de jueces pseudoprogresistas que interpretan la Constitución como Rubalcaba manipula las instituciones. Pocos utilizan tan en vano el nombre del Estado de Derecho para blasfemar del mismo. Don Alfreddo maneja los tiempos a discreción y arbitrio. Se alivia el ministro del Interior con la resolución ya prevista por el propio entorno de la banda. Maestro del doble juego, Rubalcaba argumenta la estabilidad parlamentaria en lo que resta de legislatura, mientras Urkullu, el bastón imprescindible para ello, declara que su partido «ha hecho cosas que no se pueden contar» para repescar a los proetarras. Mayor Oreja, con más razón que un santo, lo preveía: “todo forma parte de una proceso negociación encubierta con la banda”.

 

La apariencia forma parte del rol político de los amigos de Zapatero. La sentencia de Sala, Tremp, Gay y otros compañeros de cuerda confiere aspecto de legal a lo que no es sino fórmula polítizada. Se puede llegar más lejos, pero no tan rápido y con tanto descaro. La secta psoecialista se hace más banda que nunca. Conservar a cualquier precio la herencia de poder que les proporcionó el atentado del 11-m pasa por prolongar hasta la asfixia la actual legislatura. Ilegalizar a Bildu hubiera comportado el chantaje peneuvista. Se defrauda la ley y se instrumentan las puñetas. No importa qué si el fin justifica sus medios. Prima el posibilismo por encima de la ley. Se legitima a los asesinos y se sataniza a las víctimas. En cualquier caso, la violencia mantiene su presencia. La guerra fria anuncia oleadas de sangre. Las negociaciones se envilecen al ritmo que la justicia se prostituye.

La Sala de lo Civil del Tribunal Supremo sentenció en 2005 que la ruina funcional no abarca cualquier tipo de imperfección. Se referían los jueces a la diferencia entre vicio ruinógenos y defectos solubles. O lo que es lo mismo, distinguen entre la edificación habitable y la construcción disfrutable. Proyecten a España la alegoría de la vivienda nacional. Con Bildu/ETA, algo más que aluminosis amenaza la vida de los españoles. Bildu/ETA amenaza al vecindario con bombas. Mientras, los jueces santifican a los chantajistas. Los inquilinos han dejado de morar, han abandonado sus hogares. La diáspora trae causa de la delincuencia organizada. El acoso laboral, político, inmobiliario, halla su continuidad en la debilidad del presidente de la comunidad y en la complicidad de los sicarios de los oligarcas.



La ruina de España excede lo funcional. Toda estructura.



Un saludo.



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