MES QUE MAI
Más que nunca. Los catalanistas, mes que mai, tensan la cuerda separatista, la soga independentista en el cuello de Zapatero. Mes que mai. Pero menos que mañana. Cuentan los días que restan para cortar el lazo con el resto de España. No se trata, hablando con propiedad, de desligarse de España, sino de desvincularse de los demás territorios de España.
Cataluña es tan España como Ayamonte o Villagarcía o Ceuta o Lanzarote. Cuando hablan de separarse de España, lo hacen a sabiendas de su falta de rigor histórico pero en la conciencia de su malévola acción desestabilizadora. Cataluña y España, no. Cataluña y el resto de España, sí. A partir de esta premisa, podemos hablar o negociar lo que convenga. De otra forma, no.
La reciente liberación de los cooperantes de la ONG Acció Solidaria, ha vuelto a poner de manifiesto hasta qué punto el independentismo catalanista se halla en manos de una burguesía que se apunta a un bombardeo con tal de viajar gratis, de enseñorearse de instituciones que paga el pueblo y de izar la bandera de la piratería territorial que tantas prebendas les aporta. La burguesía, una vez más, jugando a la revolución. Como la Francia de Robespierre. El pueblo, a las calles, a fin de allanar el camino a los desvergonzados que utilizan a la ciudadanía para satisfacer los más abyectos intereses de la clase burguesa.
No nos engañemos. Se digan de izquierdas o de derechas, o mediopensionistas, el movimiento separatista catalán tiene su origen, su impulso y su vista en el segmento más conservador, más rico, más ególatra, más manipulador y con menos escrúpulos de la sociedad catalana. El pueblo hace el ruido. La burguesía zarandea el nogal. Saben que las nueces del territorio donde reinara Jaume I se compran a precio de caviar en el reino que fuera de Felipe II.
Un tal Zapatero, al frente de una cuadrilla de desalmados políticos, consiente lo que sea con tal de arruinar al país. Rubalcaba es la araña negra que todo controla. Montilla es el “tontoútil” que se forra con el timo del tocomocho nacionalista. Mes que mai, Cataluña necesita un cambio. Aquella tierra española puede retroceder en el aspecto cultural. Puede. Lo que no puede aceptar es que le toquen los bolsillos unos politicastros despiadados de alma y ávidos de sangre dineraria que no reparan en muertes si de alimentar su patrimonio se trata.
Mes que mai. Pero menos que mañana. Mientras el sobresaliente de la corrida siga instituido en la presidencia del (des)Gobierno de España, la burguesía catalana seguirá viviendo a costa del país. A expensas del pueblo llano. Mes que mai.
Un saludo.
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