CORTIJO PSOECIALISTA
La causa de la corrupción, aseguraba Aristóteles, se hace materia cuando el gobernante de turno supedita el interés general del pueblo al bien particular de un grupo. Dogma del estagirita. Pleno de la filosofía. Ejemplos, multitud.
España es el cortijo del PSOE, su granero de votos y su banca financiera. Una derrota electoral es tan funesta para la empresa que gestiona el cortijo, que pone en peligro las arcas de los señoritos y deja en entredicho la lealtad de los manijeros. De ahí la importancia de la presencia física. Escribía Manuel Burgos cuando gobernaba Felipe: "no se les puede dejar solos (...)”.
Desde las elecciones de 2008, el cortijo anda revuelto. La crisis que ZP negó le ha dado un zurriagazo en plena dentadura y la sonrisa tornóse rictus. Ya no deslumbra a nadie. Los vascos se le rebelan y los catalanes le chantajean. Los capataces han dejado de entenderse con los caciques de las baronías, y el negocio sufre. Encima, el apaleador Roures suspende pagos y es reprobado en la asignatura de objetividad periodística.
Los dueños se ponen en acción, consultan al Areópago y los eupátridas deciden que la tríada de Ferraz se calce los botines, vista la ropa gubernamental y afronte la situación con todos los medios a su alcance. -Pero, verán todos que somos señoritos, se quejaba Barrero, el cacique onubense. No, respondió, raudo, ese estratega genial que es Mario Jiménez. Basta con que nos vistamos de albañiles, de arquitectos, de espíritus altruistas y filantrópicos, de modelos de moralidad. Pero ¿no es eso la logia masónica?, terció la señora Guerrero. Que no, Petronila, que no. Nuestra logia es nuestro partido y, para conservarlo en su cénit, rico, fuerte, poderoso, influyente, haremos lo imposible para que el Gobierno siga funcionando como hasta la fecha: como sostén del mismo. Fíjate la labor de zapa y de mina que han realizado Chaves, Bono e Ibarra. En sus comunidades, las más pobres de España, el Partido es el primero del Estado. No podemos perder el control de las Cajas. De ninguna. Como pasen al PP, apagamos y nos largamos.
Pero ¿no es la transparencia el principio democrático por excelencia? Para los demás, compañero, para los demás. Sólo de cara a la galería. El cortijo se conserva si la logia se sostiene. ¿Se enteran ustedes? Pues eso. La muñeca, también. Cajasol.
Un saludo.
0 comentarios