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Francisco Velasco. Abogado e historiador

MANUAL DEL PSOECIALISTA

 

El presidente del partido casi único, a cuyo servicio se halla el Gobierno español, ha hablado al respecto de la Bolsa y de los mercados financieros. El hombre ha dicho que la culpa de la situación de los mercados financieros la tienen… los mercados financieros. Fina reflexión la suya. ZP hila basto pero tapa su grosería intelectual con la cuidada puesta en escena de un mesurado tono expresivo. En cambio, el padre de Paula Chaves confunde Andasulía con Andalucía y todos conocen la dimensión de su excepcional "torpeléctica". En uno y otro casos, nunca nos enteramos de lo que dicen.

 

 Quien expresa lo insulso con aire de solemnidad filosofal, sin apercibirse de que la forma no puede esconder el mensaje, es incapaz de discernir la coherencia del discurso más pueril. Y su praxis, ¿cómo la califica? Por favor, qué praxis ni qué aporía. ZP es pura entelequia.

 

El Manual del buen psoecialista constituye todo un compendio de consignas, de estilos y de acciones. Glosa exhaustiva de protagonistas, de situaciones y de enemigos. El decálogo goebbelsiano se resume en dos preceptos: hacer verdad de la mentira propia, y difundir la mentira de la verdad ajena. O sea, no caben la rectitud, la imparcialidad, la objetividad en la política. El fin es aniquilar al adversario.

 

La situación que atraviesan los trabajadores de  Astilleros de Huelva es crítica. Ayer, el PSOE, con doña Petronila, la presidente de la Diputación al frente, encabezaban las manifestaciones de apoyo, pancartas en ristre, a la continuidad de la empresa. De esta manera, segura de la concesión de ayuda por parte de la Junta, se colgaba no sé cuantas medallas. Lo que pasa es que no se puede vender la piel del oso antes de cazarlo. Antes dijo sí y ahora se entrega al no. La Junta, del PSOE de toda la vida, se descuelga de sus promesas y se retracta. Ni un euro. Trabajadores a la calle. Total, si hay cinco millones, unos cientos más ni se nota. Cómo salir del trance. Acudan a la página primera del Manual. Allí se explicita: “en situaciones como ésta, mentir, mentir y mentir y atribuir la mentira a la Oposición”. Con estilo, con clase, con parsimonia.Al final, cuela. Vaya que cuela.

 

Astilleros está en coma. El personal, en estado de ira. El PSOE les ha tomado el pelo. IU y PP salen en defensa de los despedidos. Doña Petronila bufa y rebufa. Se agazapa en su Palacete de la Plaza de las Monjas o se refugia en el búnker de la Gran Vía. Allí acuden los obreros españoles. A manifestarse con sus pancartas. A exigir que se cumpla la palabra dada. A pedir la caridad –que justicia no hallarán- del empleo que les redima de la pobreza amenazante. ¿Y qué se encuentran? La escena podría pintarse en la paleta de Millet o en la pluma de Zola. Petronila, que nones. Que pancartas, fuera. Pancartas, cuando ella se sitúe detrás y no en frente. Que la ley es ella y también la virtud. Los trabajadores no son tales sino populacho comprado por la derechona. La Diputación es el Parlamento provincial, sede de la soberanía municipal, protesta la mujer. Siempre que en la Dipu manden los psoecialistas. En caso contrario, la Dipu es Tación.

 

Petronila. Intransigente e intolerante Petronila. Pancartas fuera. No toca. Viva la democracia. Desalojo fulminante. El pueblo, a la calle. ¿Y la fuerza del pueblo? ¿Qué pueblo? La culpa, del PP. No tengo noticias de que ningún diputado provincial de partido alguno abandonara el Pleno en señal de solidaridad por el pisoteo a los derechos de la ciudadanía. No tengo noticias. No se enteran. El Manual dice: todo para el pueblo pero sin el pueblo. Traducido: el buen gobierno es el del PSOE. El de los demás, no.  

 

¿Lo entienden? Yo, tampoco. .  “No penséis ni creáis que por un amigo, hacen algo los hombres que les sea un peligro” (D. Juan Manuel, “Conde Lucanor”).

 

Un saludo.

 

 

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