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Francisco Velasco. Abogado e historiador

ROTULAR EN CASTELLANO

  El ministro Síseñor Gabilondo es la excelencia de la docilidad. El Gobierno ha elegido titular de Educación a un representante genuino de la obediencia más servil. Al igual que su hermano Iñaki, cuya adhesión a la causa de PRISA está fuera de toda sospecha, Ángel Gabilondo se gana el sueldo de ministro. No por lo que hace, que no da una. Por lo que no hace. Por lo que busca complacer al César. Por su capacidad de poner cara de panoli en asunto de Estado. Por negar que el Guadalquivir atraviesa Córdoba. Por asegurar que Cuba no es una dictadura. La cartera de Educación está en buenas manos, las de Siseñor.


   Este señor se nos presenta como un adalid del Pacto por la Educación. Tendrá cara. Quiere llevar al PP al huerto del Pacto educativo y ni siquiera indica de dónde parte. Su ocurrencia, macabra y perversa, cínica y maliciosa, de decir que no se puede multar por colocar rótulos en castellano, desvela el sesgo desvergonzado de este artista de la política. O le falta cultura o le sobra hipocresía. O desconoce la realidad de Cataluña o prefiere ignorarla. Quiere un pacto educativo y silencia el acoso lingüístico de la Generalitat. Gabilondo es de los que confunden la inmersión con la sumersión. Los catalanistas dicen defender la inmersión lingüística cuando en realidad procuran la sumersión, hasta el ahogo, de la lengua castellana.


   Rotular en castellano. Proteger las libertades. Garantizar los derechos. El primer infinitivo, perseguido, sancionado y multado. El segundo, más de lo mismo. En cuanto al tercero, que si quieres arroz, Catalina. La Educación para la Ciudadanía del PSOE es la mordaza a la libertad de educación. Si el partido casi único que desgobierna España obliga a cursar esta materia, es porque ni ampara la libertad ni respeta los derechos. Individuales y colectivos. Eso lo sabe el hermano de Iñaki. Pero como el que escucha llover y cree conjurar el diluvio taponándose los oidos. Ciego, sordo y mudo. Gabilondo no quiere pactar con el PP. Exige que éste paste en la mano tendida llena de forraje. Otro de los que confunden pacto con pasto y negociación entre pares con imposición a pares. Mas no se confunde Gabilondo. Ni hablar. Como no se confundió su hermano con el mensaje de los terroristas suicidas. Sus intenciones son aviesas.


   ¿Imagina alguien que en una región, distinta a Cataluña, rotulase alguien en la lengua de Llul y Esperanza instase su sanción? Servidor, no. El síseñor Gabilondo, tampoco. Lo que pasa es que en el caso catalán, Gabilondo no imagina. Alucina. Y se cree que los españoles somos tontos. No se cansa de decir gansadas ni de proferir mentiras ni de lanzar dardos envenenados. Otra cosa no harán, pero rotular... Rotular, lo que quieran, siempre que no sea en castellano.


   Un saludo.

 

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