DESCONFIANZA SIN LÍMITE
En reciente debate televisado, el director del programa preguntó al candidato del Partido Andalucista sobre su posicionamiento en caso de que sus escaños fueran decisivos a la hora de elegir al presidente andaluz en las próximas elecciones autonómicas. La pregunta tenía miga. La respuesta del político fue rauda y escueta: se actuará en función del programa que se nos presente. La réplica de otro contertulio, el alcalde palermo del Partido Popular, fue igual de ágil y de contundente: ¿programa?, ¿es que no os basta la serie de hechos deleznables del partido que, desde hace 30 años, gobierna Andalucía? Entre palabras y hechos, demasiado, y fangoso, trecho.
Uno, que asistió a la discrepancia puntual entre ambos dirigentes, insistió en la necesidad de que los partidos no gubernamentales -que son todos, menos el PSOE- eludieran la crispación mutua y evitaran la tentación de los ataques recíprocos. Es lo que conviene al partido de Chaves y de Griñán, agregué. En el río revuelto de contendientes, gana el gran pescador de votos. De todas formas, desde la independencia que proporciona la no militancia ideológica, política o económica a partido alguno, no tengo más remedio que suscribir las palabras del primer edil de Palos de la Frontera. Suscribirlas pero fundamentándolas. Fundamentarlas mas organizándolas. Organizarlas en tres planos. A ver.
En la esfera de la política del Estado, a la luz de los actos -no de las promesas- de los presidentes Felipe González y José Luis R. Zapatero. En cuanto al primero, bajo cuyo mandato se sucedieron casos de corrupción económica (Fondos reservados, Luis Roldán...), de corrupción política (Casos Segundo Marey, asesinato de Lasa y Zabala,...) o social (nepotismo incesante), cómo puede nadie fiar en el presidente sevillano por más que jure y perjure que iba a cambiar España. Cómo. En lo que respecta a Zapatero, quién puede creer al hombre que negó la crisis, que rechazó la recesión, que elevó hasta la inconsciencia el número de parados y que es capaz, incluso, de involucrar al mismo rey de España, con tal de sacar adelante su mentira. Quién.
En el ámbito andaluz, sólo los psoecialistas de carnet en boca y de cargo remunerado pueden defender, sin que se les caiga la cara de vergüenza, a Chaves o a Griñán. Cuántos pueden justificar que el ex presidente tenga el patrimonio que dice poseer después de casi tres décadas en el rango más elevado de la clase política. Cuántos. Cómo es posible que Chaves defienda la escuela pública pero haya educado a sus hijos en los centros privados más elitistas. Cómo. Dónde se escenifica la subvención de diez millones de euros a una empresa privada que, por casualidad, apodera su hija. Dónde. Con Griñán, lo mismo me da que me da lo mismo. Por qué calla ante el legado del treinta por ciento de paro, de la educación maltrecha, de la sanidad en barrena, del PIB tambaleante, de la industria herida de muerte y del negro horizonte social que sepulta a los ciudadanos. Por qué.
En el terreno político local, el de Huelva por más señas, ¿alguien puede defender el alquiler del palacete de la Plaza de las Monjas por una cantidad millonaria en estos tiempos de crisis económica lacerante? Acaso ese alguien sea doña Petronila. Cuál de los prebostes del onubensismo psoecialista, don Mario Jiménez o don Javier Barrero por ejemplo, nos puede ilustrar sobre la estación del AVE (de una edificación de diseño Calatrava, a la construcción de un apeadero propio de una ciudad de tercera), o sobre el aeropuerto del nunca jamás, o sobre la inauguración repetida del edificio del Banco de España, o sobre la carretera asesina que une la provincia con Badajoz. Cuál.
Podemos ir desgranando planos y desglosando programas. Está en nuestra libertad de expresión fundamentar lo que decimos en vez de desnudar, sin base, las mentiras del barquero. Expresamos y fundamentamos. Lo hago sin permitir que partido alguno, institución cualquiera o persona física o jurídica de índole varia me presione, condicione, extorsione o amenace. Pierden el tiempo.
Recorra el camino inductivo o persiga el método deductivo, al cabo, el resultado es siempre el mismo. (?). La mentira, la falta de compromiso, el incumplimiento de la sagrada labor de gobernar con limpieza y con equidad se congregan, todos, en el partido psoecialista. De ahí mi desconfianza ilimitada hacia ellos. He ahí el por qué de mi incredulidad hacia sus programas, su retórica, sus ditirambos y sus orates donjuanescos. He ahí el por qué. Otros libres son para confiar. Allá ellos.
Un saludo.
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