CONVULSIÓN EN EL PSOE
La caída del imperio psoecialista es cuestión de días. Aunque la frase de Aznar es demoledora, sólo la suscribo en parte. Estoy de acuerdo con que nadie hizo tanto daño a España como Zapatero. En lo que discrepo es en la segunda parte: en tan poco tiempo. Seis años de desgobierno de un país constituye una eternidad, una cadena perpetua sin revisión de condena. Mucho daño y mucho tiempo. Tanto desprestigio y tanta ruina. Cantidad de terrorismo y cantidad de corrupción. Paro enorme y crisis bestial. Todo ello en un sexenio antidemocrático y contra-revolucionario, pleno de errores, ignorancias, empecinamientos y talantes desprovistos de sentido común. Un daño excesivo en un tiempo interminable. Interminable, pues el "terror" a lo Robespierre no ha llegado, aún, a su fin.
Se tiran de los pelos. La guardia de corps expele malos olores de odio y vomita culebras de ofensas. Blanco firma decretazos como Franco condenas de muerte. Leire Pajín se llena los bolsillos mientras millones de desempleados se arraciman en las colas del INEM. A un Solbes ineficaz sucede una ministra que a todo dice sí, bwana. La señora Aído, ministra, es, per se, una calamidad y una catástrofe juntas. Chacón juega a generala y toca a rendición antes de la lucha. Chaves hace como si lo de MATSA fuera agua de colonia en vez de aguas teñidas con diez millones de euros. De la Vega, empadronada en Beneixidá por su santa voluntad, viaja y viste, viste y viaja. Alucinan en colores. Alianza de alucinados. No se bajan del burro. Erre que erre. La culpa, del PP. A ver, voceros de la ultraizquierda, que bien os lleváis la pasta, a ver, digo, si propagáis la conspiración urdida por Rajoy y el Financial Times, reclama la portavoz del (des)Gobierno. No hay manera. El mercado se ha saturado de mentiras, engaños y tropelías.
Las Autonomías, a la caza de trenes independentistas, se envalentonan al abrigo de un presidente absentista de la nación española. Los casos de corrupción económica se multiplican al socaire de la ruina moral que se ha adueñado del país. Sanidad y educación pugnan en retrocesos cívicos a la vista del fracaso general de los resultados. El Ministerio de Justicia, a los pies del Fiscal General del Estado y éste, mudo, se parapeta no sea que el morlaco de Baltasar Garzón le cornee en un descuido. La vivienda ni se vende ni se abarata lo que debe. La Bolsa, entubada, apenas late. La deuda del Estado como un globo, dos globos, tres globos, a punto de explotar.
En tanto los problemas se acumulan, las soluciones se quedan en el estrato de la promesa vacía. Brotes verdes de la esperanza ficticia sucumben ante los rebrotes rojos de la sangre del paro. La culpa, del mundo, rugen los milicianos ministros que se aterrorizan por que la poltrona de poder se les escapa del mullido trasero. Ojos iracundos, labios contraídos, puños encrespados. Convulsión. El PSOE no quiere que nadie le expropie el tesoro, su tesoro. Mi tesoro, mi tesoro, mi tesoro, repiten, los ojos extraviados, mirando el infinito. Mi tesoro. E.T.
Un saludo
0 comentarios