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Francisco Velasco. Abogado e historiador

EL PÚLPITO DE BIBIANA


 Bibiana Aído ostenta la titularidad del Ministerio de Igualdad del Gobierno más desigual de los que se han sucedido en España desde la muerte de Franco. Hace gala y boato doña Bibiana de su condición pero le está luciendo el pelo. Como no sabe de la película la media, la joven ministra protegida de Zapatero cuenta otra película que se inventa para justificar su pingüe salario. En ese momento, además de ostentar, detenta su cargo. Lo retiene entre sus brazos y en la boca encuentra la fuerza para que nadie se dispute su ministerio. Ministerio no sacerdotal, por supuesto. Por más que pudiera ser sacerdotisa del templo abortivo.

 La señora ministra de la desigualdad psoecialista sólo tiene dos mensajes en su boca: la violencia de género y el aborto. Dos mensajes. En la violencia de género, sus palabras denotan intención de terminar con ella. Apenas adelanta en su empeño, pero se le reconoce voluntad. En cuanto al aborto, ya no denota, sino que connota. Por eso, le chorrea la dosis de subjetividad. Cada aborto que se ejecuta (sic), muesca en su revólver de abortadora mayor del reino. En su objetivo de conservar tan dudoso galardón, la señora Aído ha topado con gran parte de la sociedad civil y con la Iglesia toda.

 Cómo se atreven los curas a rechistar a la muchachita de Cádiz. Qué osadía la de los obispos carcas que refutan una ley psoecialista. Al púlpito, grita la señora ministra. Al púlpito. Yo legislo, que para eso me han nombrado. Vosotros, a rezar. El Gobierno no comete delito. Ni siquiera pecado. Una psoecialista es tan pura que no cabe mácula.

 Cuando sea destituida, algún día, doña Bibiana puede aspirar a un Obispado. No obstante, a tenor de su meteórica carrera de enchufismo electrostático, debiera apuntar directamente al Pontificado. De hecho, cuando habla, no dialoga, sino que dogmatiza y pontifica. Papisa Bibiana. Trecho adelantado. Qué carrera. Mata fetos y te dan un premio. Cría cuervos y te sacarán los ojos. Te cierran el ministerio y te crean una iglesia. Ya en la Iglesia, Papisa. Carrerón. Bibiana. Igualdad.

 Este articulista no tiene hijas. De haberlas tenido, y se parecieran a ésta, el patatús no me lo quita nadie. Nadie.

 Un saludo.

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