SE LES VA DE LAS MANOS
Colegas ha que califican de errática la política del peor gobierno de la democracia.. A mi juicio, nos encontramos con el peor gobierno de los últimos setenta años. No trata, sin embargo, este articulista de establecer un ránking de pésimos, muy malos o malos dirigentes. Donde sí quiere poner el acento, una vez más, es en el calificativo de errática y en el sustantivo de política. Me explico.
Entre las numerosas definiciones de política, me quedo, a los simples efectos de divulgación, con la de Duverger: "combate de individuos y grupos para conquistar el poder que los vencedores usarían en su provecho". Le va al dedo al PSOE de Zapatero, el caudillo leonés. En consecuencia, si por errático entendemos lo que es errante, nómada, errabundo, excéntrico o extravagante, resulta obvio que la política zapateril no es, en absoluto, errática. ¡No sabe bien el marido de Sonsoles lo que se trae entre manos! Su lucha por el poder ha sido, a la chita callando, tan dura, que, alcanzada la ambiciosa y simulada meta, no parará mientes en situaciones colaterales. Conservar el poder como sea y ante quien sea. Ni más ni menos.
El refrán castellano de que la avaricia rompe el saco, es aplicable al presidente español. Su desmedida soberbia se alía a su corta inteligencia. Ambas dudosas cualidades se solapan, algún tiempo, bajo una imagen de inocencia, ingenuidad y bondad.. La mentira tiene, por añadidura, las patas muy cortas. En tanto, se sobrevive en la quimera y de ésta se hace una fortaleza cuyas almenas son las ondas afines y cuyos merlones son los periodistas mercenarios. Cuando el poder nace de la basura, la basura persigue al poder. Bajo la alfombra no cabe más miseria y los rincones no soportan más armarios. El presidente debe salir del armario de su limitación. Si no lo hace, las consecuencias serán tan graves que, como a los niños, las cosas se les van de las manos. El estropicio material supera el fragor del ruido.
Entre los innumerables jarrones chinos que se empeña en sostener entre sus brazos el aprendiz de baloncestista que es ZP, algunos son de tal valor que, en caso de caer al suelo y quebrarse, la pérdida sería irreparable.
El jarrón catalán está a escasos metros de despeñarse y hacerse añicos. El inefable y nunca bastante ponderado Chaves, barón psoecialista del clan de la tortilla, dice -a buenas horas, mangas verdes- que no se puede tolerar presiones al Tribunal Constitucional. Pero es tan cobarde el padre de Paula -la apoderada de MATSA- que ni siquiera se atreve a apuntar a Ezquerra Republicana ni al esperpéntico señor Carod como autores de las presiones. Se limita a balbucear: "es intolerable que algún partido político pretenda montar una manifestación".
En cuanto a la loza vasca, ya se escapó de sus manos. Todavía no se ha roto porque el torbellino la lleva a planear en el aire y, por ello, aún no ha besado el suelo. No tardará mucho. Los últimos atentados son cohetes anunciadores de la feria terrorista. Las agresiones a miembros del PP y a sus escoltas, carteles de la fiesta por venir.En la ceremonia de la confusión, ZP se mira al espejo, pone su más beatífica sonrisa, engola su voz y exclama: "España está mejor que nunca". El pobre ambicioso se ha encerrado en su ropero empotrado, especie de búnker inaccesible, y no cesa de repetir: "España está mejor que nunca". Y así. Chaves bate palmas. De la Vega corea consignas. Pepiño no sabe no contesta. Pajín, casi veinte mil euros mensuales.
Lo dicho: España se les va de las manos. Al pueblo ya se nos fue. A ver quien pega los trozos.
Un saludo.
Entre las numerosas definiciones de política, me quedo, a los simples efectos de divulgación, con la de Duverger: "combate de individuos y grupos para conquistar el poder que los vencedores usarían en su provecho". Le va al dedo al PSOE de Zapatero, el caudillo leonés. En consecuencia, si por errático entendemos lo que es errante, nómada, errabundo, excéntrico o extravagante, resulta obvio que la política zapateril no es, en absoluto, errática. ¡No sabe bien el marido de Sonsoles lo que se trae entre manos! Su lucha por el poder ha sido, a la chita callando, tan dura, que, alcanzada la ambiciosa y simulada meta, no parará mientes en situaciones colaterales. Conservar el poder como sea y ante quien sea. Ni más ni menos.
El refrán castellano de que la avaricia rompe el saco, es aplicable al presidente español. Su desmedida soberbia se alía a su corta inteligencia. Ambas dudosas cualidades se solapan, algún tiempo, bajo una imagen de inocencia, ingenuidad y bondad.. La mentira tiene, por añadidura, las patas muy cortas. En tanto, se sobrevive en la quimera y de ésta se hace una fortaleza cuyas almenas son las ondas afines y cuyos merlones son los periodistas mercenarios. Cuando el poder nace de la basura, la basura persigue al poder. Bajo la alfombra no cabe más miseria y los rincones no soportan más armarios. El presidente debe salir del armario de su limitación. Si no lo hace, las consecuencias serán tan graves que, como a los niños, las cosas se les van de las manos. El estropicio material supera el fragor del ruido.
Entre los innumerables jarrones chinos que se empeña en sostener entre sus brazos el aprendiz de baloncestista que es ZP, algunos son de tal valor que, en caso de caer al suelo y quebrarse, la pérdida sería irreparable.
El jarrón catalán está a escasos metros de despeñarse y hacerse añicos. El inefable y nunca bastante ponderado Chaves, barón psoecialista del clan de la tortilla, dice -a buenas horas, mangas verdes- que no se puede tolerar presiones al Tribunal Constitucional. Pero es tan cobarde el padre de Paula -la apoderada de MATSA- que ni siquiera se atreve a apuntar a Ezquerra Republicana ni al esperpéntico señor Carod como autores de las presiones. Se limita a balbucear: "es intolerable que algún partido político pretenda montar una manifestación".
En cuanto a la loza vasca, ya se escapó de sus manos. Todavía no se ha roto porque el torbellino la lleva a planear en el aire y, por ello, aún no ha besado el suelo. No tardará mucho. Los últimos atentados son cohetes anunciadores de la feria terrorista. Las agresiones a miembros del PP y a sus escoltas, carteles de la fiesta por venir.En la ceremonia de la confusión, ZP se mira al espejo, pone su más beatífica sonrisa, engola su voz y exclama: "España está mejor que nunca". El pobre ambicioso se ha encerrado en su ropero empotrado, especie de búnker inaccesible, y no cesa de repetir: "España está mejor que nunca". Y así. Chaves bate palmas. De la Vega corea consignas. Pepiño no sabe no contesta. Pajín, casi veinte mil euros mensuales.
Lo dicho: España se les va de las manos. Al pueblo ya se nos fue. A ver quien pega los trozos.
Un saludo.
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