LA NADA DE LA DIPUTACIÓN DE HUELVA
El tema del consorcio de bomberos ocupa y preocupa a este articulista. De la misma manera que le ocupan y preocupan el abuso de poder, la actuación tiránica de los cargos públicos, la prepotencia de los políticos felones a los mandatos del pueblo, el uso de la propaganda mediática al estilo de la que difundiera el funesto ministro de Hitler,....
La política del "ordeno y mando", la política imperial de la presidenta del PSOE, el despliegue de testaferros que, a modo de sicarios, secuaces, guadias de corps, materializa doña Petronila, rememora malhadados tiempos de la dictadura franquista en su etapa de mayor virulencia represiva. Mientras tanto, los bomberos del consorcio, en una demostración de coherencia profesional pero sobre todo cívica, se erigen en adalides del movimiento obrero y en modelos del espíritu de rebeldía de los ciudadanos contra unos gobernantes injustos. Son los modernos Robin Hood de Huelva que han hecho de la Plaza de las Monjas su Sherwood particular oponiéndose al usurpador regio que hoy encarna, en virtud de su desprecio al pueblo, la presidenta de la Diputación.
Después de meses de resistencia, cuando los bomberos se han convertido en paradigma de por dónde deben discurrir sus justas reivindicaciones -su actuación pacífica ha presidido la protesta-, viene el señorito del cortijo consorcial psoecialista y se deja caer con que el afán de los bomberos es pura y simplemente económico; en una palabra, que buscan su propio beneficio y no el del servicio. Que lo justo, agrega el capataz de Petronila -un capataz muy, muy bien pagado- , es que, en tiempos de crisis, acepten 2,9 millones de euros para cuatro años. Lo que no dice es en qué se va a invertir esa cantidad, si bien, de forma ladina, apunta que se traducirá en aumento de sueldo y no en incremento de la plantilla.
La trampa está tendida. El PSOE ha puesto el señuelo. Alguien ya ha picado. Qué astucia demuestran los jerifaltes del Partido. Pena que esa capacidad para la distracción, para el pisoteo, para el aplastamiento de los insurgentes, para la marginación de los adversarios, no la utilicen para fines constructivos: aligerar el peso de los asesores, moderar los gastos, evitar alquileres millonarios en edificios suntuarios, crear empleo, apoyar a los municipios, y todo un rosario de necesidades que afectan a los onubenses.
Ojalá que el conflicto se resuelva ya, cuanto antes. Que nadie gane en esta lid. Pero que ningún bombero sufra los males de sus compañeros castellanos y catalanes tras los incendios de verano. Que triunfe el diálogo. Que la victoria caiga al lado de la ciudadanía.
Un saludo.
P.D. Varias horas después de que este artículo se enviara a edición, se publica el fin de la concentración de los bomberos. El relator celebra el fin del litigio, aboga por que el entendimiento haya triunfado y felicita a los bomberos por su coherencia. Han puesto de manifiesto que la razón la portaban ellos.
La política del "ordeno y mando", la política imperial de la presidenta del PSOE, el despliegue de testaferros que, a modo de sicarios, secuaces, guadias de corps, materializa doña Petronila, rememora malhadados tiempos de la dictadura franquista en su etapa de mayor virulencia represiva. Mientras tanto, los bomberos del consorcio, en una demostración de coherencia profesional pero sobre todo cívica, se erigen en adalides del movimiento obrero y en modelos del espíritu de rebeldía de los ciudadanos contra unos gobernantes injustos. Son los modernos Robin Hood de Huelva que han hecho de la Plaza de las Monjas su Sherwood particular oponiéndose al usurpador regio que hoy encarna, en virtud de su desprecio al pueblo, la presidenta de la Diputación.
Después de meses de resistencia, cuando los bomberos se han convertido en paradigma de por dónde deben discurrir sus justas reivindicaciones -su actuación pacífica ha presidido la protesta-, viene el señorito del cortijo consorcial psoecialista y se deja caer con que el afán de los bomberos es pura y simplemente económico; en una palabra, que buscan su propio beneficio y no el del servicio. Que lo justo, agrega el capataz de Petronila -un capataz muy, muy bien pagado- , es que, en tiempos de crisis, acepten 2,9 millones de euros para cuatro años. Lo que no dice es en qué se va a invertir esa cantidad, si bien, de forma ladina, apunta que se traducirá en aumento de sueldo y no en incremento de la plantilla.
La trampa está tendida. El PSOE ha puesto el señuelo. Alguien ya ha picado. Qué astucia demuestran los jerifaltes del Partido. Pena que esa capacidad para la distracción, para el pisoteo, para el aplastamiento de los insurgentes, para la marginación de los adversarios, no la utilicen para fines constructivos: aligerar el peso de los asesores, moderar los gastos, evitar alquileres millonarios en edificios suntuarios, crear empleo, apoyar a los municipios, y todo un rosario de necesidades que afectan a los onubenses.
Ojalá que el conflicto se resuelva ya, cuanto antes. Que nadie gane en esta lid. Pero que ningún bombero sufra los males de sus compañeros castellanos y catalanes tras los incendios de verano. Que triunfe el diálogo. Que la victoria caiga al lado de la ciudadanía.
Un saludo.
P.D. Varias horas después de que este artículo se enviara a edición, se publica el fin de la concentración de los bomberos. El relator celebra el fin del litigio, aboga por que el entendimiento haya triunfado y felicita a los bomberos por su coherencia. Han puesto de manifiesto que la razón la portaban ellos.
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