BOMBEROS DE DIPUTACIÓN
El Sr. Ildefonso Martín es presidente del Consorcio Provincial de Bomberos de Huelva, organismo dependiente de la Diputación que preside la Sra. Petronila Guerrero. Martín y Guerrero son militantes y altos cargos del PSOE (la militancia es la condición sine qua non del cargo) y, por ello, cobran pingües remuneraciones. Lo que cobren los bomberos o las condiciones laborales en que desarrollen sus funciones les importa, al socaire de las circunstancias, un bledo.
Ildefonso Martín anda el hombre -el pobre tiene unas retribuciones mensuales que rondan el millón de pesetas- indignado por la "mala imagen" de las movilizaciones en la Plaza de las Monjas. El pobre Martín se lamenta del peseterismo de los bomberos (él, que cobra más de doce millones de pesetas al año) y de su hipocresía al disfrazar sus reivindicaciones económicas de peticiones de mayor seguridad sin importarles alarmar injustificadamente a los ciudadanos. El pobre Martín culpa, además, al PP de estar detrás de estas movilizaciones. El pobre.
No satisfecho con sus declaraciones anteriores, el pobre Martín, que tiene que trabajar horas y horas sin desmayo para con tan exiguo sueldo llevar un poco de pan a su familia, y que arriesga su vida junto a los trabajadores del consorcio en la extinción de incendios -¿o él no interviene?, ¿o él apenas visita las instalaciones?, ¿o él nada tiene que ver con la compra de esos macrocamiones desesperadamente lentos que no pueden acceder a los intrincados y angostos centros históricos de muchos de nuestros pueblos?- se ha dejado caer, el pobre Martín, decia, con un informe interno. Sí, sí, un informe interno que realiza un subordinado (porque el señor Martín tiene subordinados), como lo es el director gerente del Consorcio, el señor José Antonio Ramírez. Para que sea imparcial y objetivo, como son los informes que encarga el PSOE, el informe interno lo realiza un cargo de confianza, faltara más, no sea que un experto externo diga cosas que deben permanecer en el más rotundo de los secretos.
El informe interno del interno funcionario suelta perlas tan deslumbrantes como la de reconocer la disminución de personal, pero no por las causas alegadas por los manifestantes, sino por su elevado absentismo laboral, que alcanza picos del veinte por ciento. Absentismo laboral, dice, pero no matiza si es justificado o injustificado. Al omitir esta necesaria precisión dialéctica, mete en el saco incluso la baja por gripe, la licencia por maternidad o el permiso por matrimonio o la enfermedad u hospitalización de un hijo. Al pobre Martín, como al mandado Ramírez o a la caudilla psoecialista Guerrero, les resbalan estas aclaraciones porque su interés no es otro que embarrar a sus opositores, ya sean bomberos, ya funcionarios administrativos ya, y especialmente, miembros del Partido Popular. Son los másters del universo de la propaganda goebbelsiana.
Una noticia de Europa Press asegura que el Consorcio que preside el pobre señor Martín ha fijado para el próximo jueves, día diecinueve de junio, una reunión con UGT, CC.OO y CSIF para reanudar las negociaciones sobre el convenio laboral. Y agrega la información de agencia que la Diputación y el Consorcio siempre han estado abiertos y disponibles. Pura esencia de Goebbels. Eso, sí, el pobre Martín sostiene que la negociación se debe desarrollar en un clima de diálogo y libertad y sin presiones. Perfume venenoso.
O sea, el pobre Martín y la gran Petronila quieren mejorar la imagen. "Creía el tonto, creía, que yo por él me moría; sólo lo estaba entreteniendo mientras el otro volvía" (cancioncilla popular anónima sobre el engaño contumaz). ¿Captan? Me alegro.
Un saludo.
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