MAR DE PROFESORES INTERINOS

 Los sindicatos de centros educativos públicos están que trinan. Antes con la Consejera Jiménez (Teresa). Ahora, con la Consejera Moreno (Mar). Para los sindicatos, la mejora del sistema educativo requiere, entre otros aspectos, la creación de un sistema de sustituciones del profesorado ágil y eficaz. Para la nueva Consejera de Griñán, el rojo, -más rojo que Rosa Aguilar y más que las arcillas de La Alhambra, más rojo que nadie, el más rojo de todos los rojos-, los interinos de la enseñanza son profesionales y ciudadanos de segunda. Ahí están, como los temporeros agrícolas a la espera de que los caciques les llamen para trabajar un día. Ahí están, hoy en Almería, mañana en Huelva, como los obreros de circos ambulantes, de un lado a otro de la ancha geografía andaluza. Ahí están. Sirven para un roto y para un descosido. Mano de obra fácil, mano de obra dócil, mano de obra productiva. Ahí los tiene la Consejería de Griñán, el rojo.
 Hoy, miércoles, 13 de mayo, los sindicatos de la Mesa Sectorial de Educación -salvo UGT, la correa de transmisión del PSOE, claro- han convocado a estos profesionales de repuesto, a este rebaño humano que transhuma de un pueblo a otro, de una escuela a la de más allá, sin derecho a dietas, sin posibilidad de acogerse a los días de permiso por cambio de domicilio, a una concentración en Sevilla ante el edificio de la calle Vizarrón, donde se enclava/estanca la sede de la Consejería, una de las máximas receptoras de enchufados socialistas de la Administración andaluza. ¿Y qué pretenden estos revolucionarios que lo único que buscan es fomentar el antipatriotismo y poner en evidencia a los padres de Andalucía? Sólo una cosa: que este colectivo de 15.000 espíritus continúe trabajando en función de su experiencia docente.Sólo eso. Los sindicatos convocantes denuncian que el acuerdo firmado el pasado 23 de marzo entre la Consejería de Educación y FETE-UGT hace que el mantenimiento de la colocación por tiempo de servicio para los actuales interinos "quede marginado a las disposiciones adicionales y transitorias del Decreto, mientras que el cuerpo del mismo establece un sistema en el que la experiencia docente deja de ser el factor determinante de colocación". Lo tenían crudo. Ahora, crudísimo, infumable.
 Como le ocurre a Zapatero, los conductores que circulan por los carriles de la autovía van todos en sentido contrario; el único que marcha como es debido es él. Todos los sindicatos, excepto UGT, están equivocados. ¡Qué barbaridad, qué torpes son! Y decía Griñán, el rojo, que la educación se nos va de las manos. Que no, presidente, que no, que se les va a los psoesocialistas, que sois incapaces de aherrojar la demagogia de vuestra política, que sois maestros en el arte de la contradicción, que sois dueños del cortijo donde se acumula la mayor oferta pública laboral, que sois acreedores de este pueblo que, durante treinta años, se ha sometido a vuestro poder omnímodo, y que sois deudos de la situación de nuestro sistema educativo.
 Antes, con Teresa Jiménez, al fracaso del sistema se unió la crispación. Ahora, que el cambio de titular coadyuve a mejorar la educación y ésta pasa, inexorablemente, por el respeto humano y laboral a esos profesionales interinos que dan de sí hasta la extenuación. No los ahogue, Mar, no los ahogue. Mímelos. Su concurso es fundamental.
Rectifique el sentido de la conducción. Que los equivocados no son los sindicatos menos uno, el de ustedes.
 Un saludo.