CUIDADITO CON LOS PACTOS DE FAMILIA
La visita de Sarkozy me inquieta. Todo lo que venga de Francia me entusiasma y, a la vez, me produce repelucos. Advierto a los lectores mi admiración por todo lo francófono. No debia querer a Francia y, sin embargo, la quiero con el sentimiento de la fascinación por un pueblo tan culto, tan rebelde y tan singular. Más quiero a España. A mi país si lo quiero con el sentimiento de lo irracional, con el cariño de la sangre, con el amor de lo desvalido y de lo ingenuo, con la pasión del hijo, con la fuerza del amante. Cuando Francia se acerca a España, el cortejo se me antoja fingido; la pretensión, de conveniencia; el acercamiento, puro interes. ¨Qué busca Sarkozy." Algo busca, no lo duden. El problema es que la novia es Zapatero, que no es que sea ligera de cascos, es que tiene mal de amores y puede echarse en los brazos del gabacho sin parar en mientes. Lo peor es lo que subsigue al desenfreno de la primera vez. Sarkozy le trajo flores rojas con pétalos en forma de G=20 y Zapatero se derritió. Sarkozy destacó la inteligencia de la primeriza y ésta le creyó desoyendo a todos. Sarkozy le guiñó el ojo izquierdo desde la plataforma de sus souliers, y ZP escuchó musica celestial. =No puede ser de derechas, es guapo, alto, cumplido, galante, con posibles, fuerte,... No puede ser de derechas como Rajoy, burdo, basto, grosero,... No. Sarkozy es de izquierdas, rojo, como yo. Que pase lo que tenga que pasar. Padrinos, testigos, rápido, que firmo, que pacto, que trato, que lo que tú quieras, Nicolas. El problema, presi, es que como no te andes con tiento, a ver quien se hace cargo de la criatura, sobre todo ahora que la crisis nos condiciona demasiado. ¨Que crisis ni que leche, como se os ocurre hablar en prosa si la lirica domina mi alma. Si nace, que nazca, "en no siéndolo, ni falta que me importa".
Ya esta Zapatero como Godoy. Confio que Juan Carlos I no se comporte como Felipe V de España, quien al firmar el primer pacto de familia Borbon con Luis XV de Francia, nos llevo a la guerra de sucesion y a la perdida para siempre de Gibraltar. Ojalá que no esté el Principe Felipe como el entonces Principe de Asturias, Fernando, el futuro Fernando VII, que nos condujo a la guerra de la Independencia.
Con Francia, cortesia, respeto, cooperacion, amistad, mutuo apoyo,... pero siete ojos, porque los hijos de Asterix y Obelix son como Richelieu en una partida de ajedrez con don Alonso Quijano. Listos hasta decir basta. Pícaros, para dejar en mantillas a Rinconete y Cortadillo juntos; sabihondos, para no fiarse ni un pelo. Amigos, sí coyunda, no. Si hay que ser celibes, se es, cueste lo que cueste, pues no seguir el consejo nos iba a costar un ojo de la cara, que antes nos habran roto. Ojo. El que nos quede.
Un saludo.
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