OTAN O NATO O ALIANZA DE CIVILIZACIONES

Si Zapatero quiere ser Churchill, por qué le vais a llevar la contraria. Si Zapatero quiere ser Gandhi, pues que le vistan como él. Si Zapatero quiere ser Obama, adelante. Zapatero quiere ser alguien. Todo el mundo tiene derecho a ser alguien.
 -Bueno, que sí, que sea alguien, pero que no cueste demasiado dinero, que no estamos para gastos superfluos. Por favor, que Zapatero es el presidente del Gobierno de España, y no veo la razón para que no se le satisfaga alguna de sus frustraciones vitales.
 -De acuerdo, pero que sea comedido, porque el juguete de la Alianza de las Civilizaciones es una pasada de caro, un mucho de cómico y un todo de ridículo. Si se dijera que sirve para algo, que España adquiere peso internacional, que Zapatero se revela como líder de referencia mundial... Pero, qué va. El esperpento valleinclanesco es pura coherencia al lado de este engendro ideológico.
-Los juegos, juegos son. ¿Y por qué no sigue jugando al baloncesto? Una buena propuesta en este sentido sería que cuando se reúna el G-20, se organice un partidillo entre los asistentes, se le nombre capitán de uno de los dos equipos contendientes y se le deje alzar la copa de campeón.
 Años atrás, recién constituida la Alianza de Civilizaciones, Zapatero se reunió con Kofi Annan (ex secretario general de la ONU) y con Erdogan (primer ministro de Turquía) para diseñar un plan de acción. Fuentes diversas atribuyen a España la puesta en marcha de la Institución, incluso antes de contar con el veredicto de la ONU. Es más, en reciente visita del presidente del Gobierno de España a la sede central de la Organización de Naciones Unidas, se ha creado un fondo en depósito para «la cooperación para el desarrollo» de 528 millones de euros (más de cien mil millones de pesetas) salidos del erario público español para invertirlos en tres años y ser ejecutados por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Mucho dinero, ¿no? No. Zapatero bien vale una foto, lo mismo que París bien vale una misa. Nadie olvide lo que el presidente por accidente ha hecho por España. En poco tiempo, ¡nada más que un año!, ha convertido a nuestro páis en campeón del paro europeo, en líder de la destrucción de empleo, en adalid del sudoku presupuestario de las diecisiete comunidades autónomas, en el mayor financiador del mundo en cuanto a sindicatos adictos, en caudillo de las subvenciones a las películas de cine español que sólo ven unos cuantos, en promocionador indiscutible de la igualdad más desigual (¿verdad, Bibiana, verdad?), en el Valentino de la falsa sonrisa (en esta ocasión, ex aequo con Berlusconi), en el Viriato que contiene el poderoso avance del espeluznante ejército de la pobreza,...
 Todos esos títulos están muy bien, son muy merecidos, me reprocha una interlocutora ante la avalancha de loas que vierto sobre el Gandhi español, pero ¿la Alianza de Civilizaciones nos defenderá si, por ejemplo, Marruecos nos quiere arrebatar Ceuta, Melilla, las islas Canarias o Peregil? -Hay que ver esta mujer. Es intemperante, prosaicamente intemperante. Es incapaz de distinguir y enriquecerse con la poesía politica de ZP, del mismo modo que pocos comprendían la virtud de la lira de Nerón. Que te enteres: que la Alianza de las Civilizaciones no está para las guerras. Para eso está la NATO, perdón la OTAN, que como el presi ignora la lengua de Shakespeare, puede confundirse de concepto.
 Pues sí, para defendernos en caso de ataque, está la Organización del Tratado del Atlántico Norte, en la cual ingresamos gracias al empeño del presidente Leopoldo Calvo Sotelo y pese a la oposición feroz de Felipe González, (éste dijo que, de entrada, no, aunque después rectificó, asegurando que, de salida, tampoco). Menos mal, respira  la aliviada Leire, y ¿cuál es el papel de España en la OTAN? España tiene el influjo que corresponde a un país de mediano tamaño. Ni más ni menos. Y en este sentido, contribuye cada año con 60 millones de euros. Lo que pasa es que de vez en cuando, llega una Carme Chacón cualquiera y, en un alarde de mesianismo satánico, dice: "dejamos Kosovo, nos vamos a casa", y deja turulatos a los aliados.
 -Pero no me ha respondido usted, articulista, a mi pregunta anterior sobre un posible ataque a nuestros territorios en África. Mire, respondo, el artículo 6 del Tratado establece que se considerará un ataque contra todos, y deberá ser respondido en consecuencia, el perpetrado "en Europa o en América del Norte (...) o contra las islas bajo jurisdicción (...) en la zona del Atlántico Norte al norte del Trópico de Cáncer". Eso incluye a Canarias, pero no a Ceuta y Melilla. Hay que tener en cuenta que hoy día España dispone de unas fuerzas armadas capaces de replicar cualquier agresión, salvo que Zapatero desplace al Rey y se autonombre Comandante en Jefe. Ahí ya no entro. Ese juego sería un disparate.
 Un saludo.