EL MISTERIOSO CASO DE IU EN B.P. DEL C.
Los Estatutos de Izquierda Unida recogen, entre tantos otros aspectos, dos manifiestos que tienen mucho que ver con el conflicto que atraviesa el corazón de este partido en la localidad huelvana de Bollullos del Condado. El primer manifiesto se refiere al carácter de órgano soberano que se adjudica a las asambleas de base. El segundo alude a los casos de expulsión de sus militantes cuando se llega a unos términos de especial gravedad. Si el primer aspecto destaca por su concreción, el segundo no responde a esta exigencia, nimbando la especial gravedad en el universo de los conceptos jurídicos indeterminados, es decir, en las referencias no tasadas.
Pero vayamos a los hechos. Izquierda Unida y Partido Popular de la localidad condal pactaron, dadas las circunstancias difíciles por las que atravesaba el Ayuntamiento, desalojar al alcalde socialista y promover una moción de censura. Se basaban ambas formaciones en que la gestión del alcalde estaba bloqueando el futuro del municipio de 15.000 habitantes, que el equipo consistorial llevaba cinco años sin presupuestos, un año y medio con el PGOU suspendido, que se contrataba a dedo trabajadores municipales y que reinaba una ausencia total de control de los gastos por parte de la oposición. Adoptada la decisión, fuentes de la Ejecutiva federal y de la provincial se opusieron a la misma argumentando que entre IU y PP no cabe ningún acuerdo, ni siquiera excepcional, pues no se podía reeditar la pinza (propaganda goebbelsiana del Partido Socialista) entre Anguita y Aznar.
En este contexto, uno de los más furibundos detractores de este, al parecer, pacto anti natura, ha sido un bollullero de pro, Diego Valderas, sin que nunca este articulista haya escuchado o leído una fundamentación mínima sobre su posición anti-asamblearia que permita deducir que no tiene más interés que discriminar (cordón sanitario) al partido de los populares y no agraviar al partido que realiza una evidente política de derechas aunque se jacta de ser de izquierdas. De nuevo, las dos Españas. Y eso que Valderas, en su condición de Coordinador regional de IU, no se ha recatado al afirmar que "2008 ha sido el peor año de la era Chaves, y lo denomino era porque es demasiado tiempo ya al frente de una Andalucía que necesita cambios políticos y cambios económicos profundos". Cierto que también aclaró que "estos cambios no pueden venir de la mano de la política de derecha del PSOE, ni mucho menos del PP". Lo que pasa es que no especifica quién o quiénes habrían de materializar las urgentes transformaciones pusto que, a la luz de los datos que ha puesto sobre la mesa, en Andalucía había, el pasado año, (hoy, muchísimos más), 800.000 desempleados, medio millón de personas en la pobreza, 100.000 autónomos en paro o a las puertas de cesar en su actividad, multitud de expedientes de regulación de empleo que son expedientes de despidos encubiertos,... Como él mismo reconoce, "los ayuntamientos están desesperados, el sector financiero debilitado, y se han hechos unos presupuestos de 2009 sin solvencia para afrontar la crisis".
Ante tan gravísimo panorama, que se acentúa en su pueblo de Bollullos, especialmente si se compara con el vecino de La Palma, Valderas no apuesta por los valientes de Izquierda Unida y no mueve un dedo por ellos. Considera que el Pacto de progreso con el PSOE debe prevalecer, mas no justifica la vigencia del mismo ni siquiera atenúa la ruptura como coyuntura excepcional. Cuando a Anguita le preguntaban por la "pinza", respondía con su habitual contundencia y gallardía que PSOE y PP hicieron frente común para sacar adelante las sucesivas reformas laborales, que se aliaron para aprobar el Tratado de Maastricht, que legislaron sobre inmigración, que trataron a Hassam II como aliado preferente,... IU no se negó a pactar con el PSOE por principio, pero no se dejó sobornar por el Partido de González, convencidos los felipistas de que IU no renunciaría a su parte de pastel y que no sería capaz de permitir que el PP se llevara el gato al agua. Se equivocaron, aseguró Julio Anguita, y cada cual puede pensar lo que quiera sobre la actuación de IU en estos casos, pero lo que no se ve por ningún lado es la pinza."En mi criterio, no es posible adentrarse en los territorios de la catarsis sin salir política e ideológicamente malparado. No hay posible purificación con quien tiene tan escasa relación con la pureza. Otra cosa es seguir, con el PP o quien sea, la norma militar que Mao aplicó a sus relaciones con el derechista Kuomintang durante la ocupación japonesa: «golpear juntos y marchar por separado. Pero a los japoneses, eso también les pareció una pinza".
Pero vayamos a los hechos. Izquierda Unida y Partido Popular de la localidad condal pactaron, dadas las circunstancias difíciles por las que atravesaba el Ayuntamiento, desalojar al alcalde socialista y promover una moción de censura. Se basaban ambas formaciones en que la gestión del alcalde estaba bloqueando el futuro del municipio de 15.000 habitantes, que el equipo consistorial llevaba cinco años sin presupuestos, un año y medio con el PGOU suspendido, que se contrataba a dedo trabajadores municipales y que reinaba una ausencia total de control de los gastos por parte de la oposición. Adoptada la decisión, fuentes de la Ejecutiva federal y de la provincial se opusieron a la misma argumentando que entre IU y PP no cabe ningún acuerdo, ni siquiera excepcional, pues no se podía reeditar la pinza (propaganda goebbelsiana del Partido Socialista) entre Anguita y Aznar.
En este contexto, uno de los más furibundos detractores de este, al parecer, pacto anti natura, ha sido un bollullero de pro, Diego Valderas, sin que nunca este articulista haya escuchado o leído una fundamentación mínima sobre su posición anti-asamblearia que permita deducir que no tiene más interés que discriminar (cordón sanitario) al partido de los populares y no agraviar al partido que realiza una evidente política de derechas aunque se jacta de ser de izquierdas. De nuevo, las dos Españas. Y eso que Valderas, en su condición de Coordinador regional de IU, no se ha recatado al afirmar que "2008 ha sido el peor año de la era Chaves, y lo denomino era porque es demasiado tiempo ya al frente de una Andalucía que necesita cambios políticos y cambios económicos profundos". Cierto que también aclaró que "estos cambios no pueden venir de la mano de la política de derecha del PSOE, ni mucho menos del PP". Lo que pasa es que no especifica quién o quiénes habrían de materializar las urgentes transformaciones pusto que, a la luz de los datos que ha puesto sobre la mesa, en Andalucía había, el pasado año, (hoy, muchísimos más), 800.000 desempleados, medio millón de personas en la pobreza, 100.000 autónomos en paro o a las puertas de cesar en su actividad, multitud de expedientes de regulación de empleo que son expedientes de despidos encubiertos,... Como él mismo reconoce, "los ayuntamientos están desesperados, el sector financiero debilitado, y se han hechos unos presupuestos de 2009 sin solvencia para afrontar la crisis".
Ante tan gravísimo panorama, que se acentúa en su pueblo de Bollullos, especialmente si se compara con el vecino de La Palma, Valderas no apuesta por los valientes de Izquierda Unida y no mueve un dedo por ellos. Considera que el Pacto de progreso con el PSOE debe prevalecer, mas no justifica la vigencia del mismo ni siquiera atenúa la ruptura como coyuntura excepcional. Cuando a Anguita le preguntaban por la "pinza", respondía con su habitual contundencia y gallardía que PSOE y PP hicieron frente común para sacar adelante las sucesivas reformas laborales, que se aliaron para aprobar el Tratado de Maastricht, que legislaron sobre inmigración, que trataron a Hassam II como aliado preferente,... IU no se negó a pactar con el PSOE por principio, pero no se dejó sobornar por el Partido de González, convencidos los felipistas de que IU no renunciaría a su parte de pastel y que no sería capaz de permitir que el PP se llevara el gato al agua. Se equivocaron, aseguró Julio Anguita, y cada cual puede pensar lo que quiera sobre la actuación de IU en estos casos, pero lo que no se ve por ningún lado es la pinza."En mi criterio, no es posible adentrarse en los territorios de la catarsis sin salir política e ideológicamente malparado. No hay posible purificación con quien tiene tan escasa relación con la pureza. Otra cosa es seguir, con el PP o quien sea, la norma militar que Mao aplicó a sus relaciones con el derechista Kuomintang durante la ocupación japonesa: «golpear juntos y marchar por separado. Pero a los japoneses, eso también les pareció una pinza".
Para los dirigentes de IU, todo parece reducirse a que lo pactado obliga. No tienen en cuenta que los pactos, como los contratos, se denuncian cuando resultan éticamente imposibles de mantener. Un mundo cargado de deseos. Quienes acuerdan con el poder, conocen su trastienda. Unos pactan por temor. Otros, por avaricia de poder desenfrenada. Dos actores en un mismo escenario. ¿Qué piensan ustedes? Este articulista entiende que la disciplina debe ser interna y sostenerse sobre los sólidos pilares de la ética. ¿O es que el G.I.L. no mantuvo algún tipo de pacto con el PSOE? De progreso, ya, ya.
Un saludo.
Un saludo.
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