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Francisco Velasco. Abogado e historiador

BOMBEROS DE LA DIPUTACIÓN

LOS BUSCONES

 

 Quevedo escribió, allá por los inicios del Diecisiete, una de sus obras cumbre. El Buscón. En la vida del pícaro casi siempre hay una familia sin más valores que los del sobrevivir cada día. Para esa vida, mejor otra, por desconocida que se presente. A veces se encuentra el día. La mayoría de las veces, un domine Capra te abraza al hambre. El sino del barroco es la conciencia del desengaño, el pesimismo vital y el camino a saltos picados. Hay tanta mierda en el suelo, que por fuerza el recoveco, la sinuosidad, el serpenteo físicos se subliman en el retorcimiento moral que es, en definitiva, la hipocresía. Mucho escaparate para nula trastienda. Fachada que esconde, tras ella, la miseria. La protomiseria. La archipobreza.

 

La cúpula dirigente del Psoe en Andalucía viene a ser como la nueva buscona aunque no haya aparecido el Quevedo que escriba sus trapacerías. La vergüenza de los expedientes de regulación de empleo se caracteriza en la actitud del clérigo avaricioso que, para engordar su codicia, deja a la población famélica. Los irresponsables políticos que han conducido a esta situación mantienen sus puestos dirigentes y suben a diario el telón de sus maldades. No sé quién, no me acuerdo, decía que el mundo no está en peligro por las personas malvadas, sino por aquellos que permiten la maldad. La camarilla psoecialista que, en estos funestos tiempos, maneja el ínclito José Antonio Griñán, esgrime el origen humilde de algunos de la banda para justificar el saqueo. Su cinismo no tiene fin. La humildad de cuna se reafirma en la hornacina de la conciencia social, pero se corroe en la cripta del odio a los que nacieron alto.

 

Vargas Llosa, el peruano español, lo describió como nadie en “El sueño del celta”. Los animales matan por comer o por defenderse. Los humanos, aparte de ese estado de necesidad, lo hacen por envidia, celos, estupidez, fanatismo, inclinación al daño. Los filósofos griegos apelaban al juego de contrarios para explicar el movimiento. La hermosura frente a la fealdad. La tristeza que se opone a la alegría. Sin embargo, se va más allá. La filosofía cede parte de la sabiduría a la física y esta ciencia rechaza lo absoluto. No existe el elemento aislante de la electricidad. Sólo se puede hablar de cuerpos muy conductores y cuerpos poco conductores. El frio no existe, sino como ausencia de calor. La oscuridad es el resultado de la huida de la luz. El mal no se explica más que por el abandono del bien. 

 

Unos llaman al mal, Satán. Otros lo denominan muerte de dios. En política, el mal se encarna en los rostros de quienes hacen del deber legal, derecho de pernada. La Junta de Griñán no se estremece ante el millón de andaluces en paro ni a causa de la crisis que agota el consumo ni por mor del tsunami de pobreza que se cierne. El mal que han causado no se repliega en la imagen de nuestra Comunidad. Transita allende la vidriera. Alcanza la bodega del buen vino. Hasta que lo avinagra.

 

Y uno se lamenta no ya por lo que se han lucrado estos golfos. Ni por el fraude contra la hacienda pública autonómica. Ni por el saqueo continuado a la seguridad social. El cabreo se incrementa por lo que han atropellado, apaleado, perseguido, discriminado o acosado. Por la caza, como aquelarre goyesco, de quienes, desde su función profesional o desde su ética personal, les advertían que el emperador estaba desnudo. Desnudo, sucio y pestilente. Por el arponeo a los que, por cumplir con su deber de garantes, fueron excluidos, apartados u obligados a morir.

 

Los buscones contemporáneos andaluces no se encuentran en las calles. No son gorrillas de aparcamiento. Tampoco, gorilas de discoteca. Ni tenorios de prostitutas. Se apoltronan en sillones de altura y confeccionan capirotes con los principios y con las leyes. Dentro de la Junta de Andalucía hay unos cuantos. Los más sobresalientes no son los que han sido pillados. Sobre ellos se alzan los que han permitido la rapiña, el despojo o la depredación. Lo han permitido y siguen cubriendo el latrocinio. Ellos son los buscones del barroco del Veintiuno. Ellos.

 

Un saludo.

LA NADA DE LA DIPUTACIÓN DE HUELVA

 El tema del consorcio de bomberos ocupa y preocupa a este articulista. De la misma manera que le ocupan y preocupan el abuso de poder, la actuación tiránica de los cargos públicos, la prepotencia de los políticos felones a los mandatos del pueblo, el uso de la propaganda mediática al estilo de la que difundiera el funesto ministro de Hitler,....

 La política del "ordeno y mando", la política imperial de la presidenta del PSOE, el despliegue de testaferros que, a modo de sicarios, secuaces, guadias de corps, materializa doña Petronila, rememora malhadados tiempos de la dictadura franquista en su etapa de mayor virulencia represiva. Mientras tanto, los bomberos del consorcio, en una demostración de coherencia profesional pero sobre todo cívica, se erigen en adalides del movimiento obrero y en modelos del espíritu de rebeldía de los ciudadanos contra unos gobernantes injustos. Son los modernos Robin Hood de Huelva que han hecho de la Plaza de las Monjas su Sherwood particular oponiéndose al usurpador regio que hoy encarna, en virtud de su desprecio al pueblo, la presidenta de la Diputación.

 Después de meses de resistencia, cuando los bomberos se han convertido en paradigma de por dónde deben discurrir sus justas reivindicaciones -su actuación pacífica ha presidido la protesta-, viene el señorito del cortijo consorcial psoecialista y se deja caer con que el afán de los bomberos es pura y simplemente económico; en una palabra, que buscan su propio beneficio y no el del servicio. Que lo justo, agrega el capataz de Petronila -un capataz muy, muy bien pagado- , es que, en tiempos de crisis, acepten 2,9 millones de euros para cuatro años. Lo que no dice es en qué se va a invertir esa cantidad, si bien, de forma ladina, apunta que se traducirá en aumento de sueldo y no en incremento de la plantilla.

 La trampa está tendida. El PSOE ha puesto el señuelo. Alguien ya ha picado. Qué astucia demuestran los jerifaltes del Partido. Pena que esa capacidad para la distracción, para el pisoteo, para el aplastamiento de los insurgentes, para la marginación de los adversarios, no la utilicen para fines constructivos: aligerar el peso de los asesores, moderar los gastos, evitar alquileres millonarios en edificios suntuarios, crear empleo, apoyar a los municipios, y todo un rosario de necesidades que afectan a los onubenses.

 Ojalá que el conflicto se resuelva ya, cuanto antes. Que nadie gane en esta lid. Pero que ningún bombero sufra los males de sus compañeros castellanos y catalanes tras los incendios de verano. Que triunfe el diálogo. Que la victoria caiga al lado de la ciudadanía.

 Un saludo.

P.D. Varias horas después de que este artículo se enviara a edición, se publica el fin de la concentración de los bomberos. El relator celebra el fin del litigio, aboga por que el entendimiento haya triunfado y felicita a los bomberos por su coherencia. Han puesto de manifiesto que la razón la portaban ellos.

BOMBEROS: DE COGOLLUDOS A PEDREGUER

 Más bomberos muertos.. Hoy en Tarragona. Ayer en Cogolludos. Mueren en acto de servicio. Los bomberos.

 Ojalá los bomberos de Huelva no tengan que sufrir las consecuencias de sus compañeros. No valoramos suficientemente su entrega.. Petronila, menos. Y si la valora, desprecia sus reivindicaciones.

 Me resulta vergonzoso lo que les están haciendo. Es clamorosa su fortaleza. Uno siente que, con los medios adecuados, los bomberos de Huelva protegen a la ciudadanía y, por ella, pese a los desdenes de la Diputación, dan la vida. Como los colegas.

 La prepotencia de la presidenta Petronila revela lo que ella hace. Petronila actúa como la señora del dominio, Petronila se pavonea de su poder superior. Petronila, en el caso de los bomberos, abusa de ese poder. Es la prepotencia de Petronila. Es hacer del poder que el pueblo otorga, un poder omnímodo. Es la tiranía elevada a la potencia petronilesca. A Petronila no le ganan el pulso unos bomberos. Buena es Petronila, símbolo del orgullo y de la soberbia políticas más fachas que uno haya conocido.

 Escucha Zapatero, los trabajadores son los bomberos. Zapatero escucha, los bomberos siguen en la lucha.

 Un saludo.

LA MUERTE DE LOS BOMBEROS DE COGOLLUDO


 Cuatro años se cumplen hoy, dieciocho de julio, de la muerte de 11 bomberos del retén de Cogolludos (Guadalajara).

 El asunto está "sub iudice". El Parlamento de Castilla la Mancha, con mayoría psoecialista, consideró irrelevantes unas grabaciones acerca de la posible responsabilidad institucional en las muertes de estas personas. Por su parte, el Juez las ha considerado imprescindibles para establecer si existen, o no, indicios de criminalidad. Una vez transcritas las mismas, se llega a una conclusión: durante más de 24 horas, el caos y la ausencia de medios reinaron tristemente.

 A este articulista escandaliza el apiñamiento del PSOE castellano-manchego a la hora de elucidar que las grabaciones debían ser rechazadas. ¿Por qué el rechazo? ¿Acaso querían arrojar al sepulcro de las sombras informativas los ataúdes de once servidores públicos? ¿Tenían consciencia previa de la posible responsabilidad de algunos de sus más destacados cargos públicos? ¿Eran capaces de supeditar la búsqueda de la verdad y la defensa de estos trabajadores fallecidos al interés partidario? ¿Es comprensible tan funesto proceder en un caso luctuoso de estas proporciones? ¿Prevalece la mentira frente a la responsabilidad? ¿Hasta dónde son capaces de llegar individuos de esta laya?

 Que todos elevemos nuestras plegarias hacia Aquél en quien creamos para que semejante suceso no se repita. Del mismo modo, recordemos el ejemplo de amor propio, de coraje, de pundonor, de respeto, de solidaridad, que nos están ofreciendo los bomberos de la Diputación de Huelva. Ellos -no los responsables con perdón del partido psoecialista- están velando por la seguridad de todos. Ellos están alertando de lo que puede ocurrir en nuestra provincia a la vista de la precariedad de medios que poseen para extinguir fuegos. Ellos son modelo de solidaridad cívica. Si todos nos comportáramos como ellos, otro gallo cantaría a nuestra sociedad.

 Mi homenaje a los bomberos. Hago votos por que los incendios forestales que en verano destruyen nuestro paisaje, no se cobren ninguna vida humana.

 Un saludo.

EL PODERÍO DE PETRONILA: ÉSTOS SON MIS PODERES.

 (Bomberos: como el Cardenal Cisneros, ojo a sus cañones mediáticos)

No sé qué estudios universitarios ha realizado la presidenta de la Diputación Provincial de Huelva. Ni lo sé ni me importa. Como tampoco me interesa su curriculum vitae profesional. No obstante, en su faceta pública de política, sí quiero saber qué es, cuánto gana, qué servicios reales corresponden a sus funciones, cuál es su nivel de vida, qué patrimonio tenía antes de ocupar cargos institucionales y cuál tiene ahora...

 Este relator ha efectuado una ligera incursión en la página web de la Diputación de Huelva y de ella ha extraído algunos de los cometidos institucionales que desarrolla/perpetra la señora Petronila. Así, además de Presidenta de la Diputación Onubense, lo es también de la Fundación Zenobia y Juan Ramón Jiménez, Miembro (miembra según Bibiana Aído, correligionaria de la señora Guerrero) de la Comisión Ejecutiva de la Federación Española de Municipios y Provincias, Presidenta del Patronato Provincial de Turismo, Presidenta del Consorcio Provincial Aguas de Huelva, Presidenta del Aeropuerto Cristóbal Colón S.A., Presidenta del Servicio de Gestión Tributaria de Huelva, Presidenta de la Sociedad Gaalsa, PRESIDENTA DEL CONSORCIO PROVINCIAL CONTRAINCENDIOS Y SALVAMENTO DE HUELVA, Presidenta de la Agrupación Local del PSOE de Ajaraque, Miembro del Comité Federal del PSOE, Miembro del Comité Director del PSOE-A y Presidenta de la Comisión Ejecutiva Regional del PSOE de Andalucía, Presidenta de la Comisión de Inversiones de Cajasol y, de postre, Concejala y Delegada de Relaciones Institucionales en el Ayuntamiento de Aljaraque.

 Yo he contado hasta quince cargos institucionales. Listísima. Esta señora debe ser listísima. Eficaz, a juzgar por cómo está manejando el conflicto del Consorcio de Bomberos, nada. Dialogante, menos. Poderosa, muchísimo. Demócrata, de boquilla. Burguesa, acaso. Obrera, cero zapatero. Patrimonio, se le presume. Sueldo, indefinible y desconocido, pero pingüe, seguro.

 Un apunte, multipresidenta, permítame un apunte. En 2002 la plantilla de bomberos de Teruel, Alcañiz y Calamocha era de 48 más 88 bomberos voluntarios repartidos en 31 bases. De Teruel, la que no existe. Si nos fijamos en Cádiz, la comparación es de pena.

 Un ruego y una plegaria. El ruego: que este verano los incendios se olviden de nuestra provincia. La plegaria: que si los incendios se acuerdan de nosotros, trate usted de rezar todo lo que sepa para que nada pase a los bomberos ni a los ciudadanos de la provincia. ¿Por qué hay que rogar y rezar si lo que se debe hacer es materializar una seguridad que debemos tener y, sin embargo, no tenemos? Será su responsabilidad, presidenta de las presidentas. Baje de su peana, póngase la pana o la estameña de socialista y atienda las reivindicaciones de los bomberos. Un poco de humildad, señora. Sólo un poco.

 Un saludo.

LA DI(s)PUTACIÓN DE PETRONILA DISCRIMINA A LOS BOMBEROS

(la inseguridad aumenta ante los incendios veraniegos)

 Bomberos en pañales, ciudadanos indefensos. El Consorcio de Bomberos carece de medios para enfrentarse con un mínimo de seguridad a los incendios estivales que, como todos los años, devastan y desbastan/debilitan la provincia de Huelva. Bomberos en pañales y políticos del PSOE vestidos de luces y campanillas. Bomberos en un tenderete de lona, Petronila en palacio de lujo en la Plaza de las Monjas. En esta Huelva de nuestras entretelas, el enfrentamiento social está servido. La distancia que separa a pobres y ricos no es comparable a la que desune a trabajadores y empresarios. El divorcio entre la empresa pública que preside de manera caciquil la señora Guerrero, con la anuencia del oligarca cunero Mario Jiménez y con el plácet del factótum abulense Javier Barrero, es manifiesto e implacable.
 
 Irreconciliables las posturas porque la empresa no persigue negociar con los bomberos. La empresa de Petronila pretende doblegar a los trabajadores, rendirlos ante la presencia omnipotente de la diosa que todo lo puede. Se dice socialista y, con su actitud prepotente y facha, hiere las almas de quienes entendemos el socialismo como la gran religión laica. Socialismo del PSOE es lo mismo que bolivarismo de Chávez y comunismo de Corea del Norte.
 
 Los obreros del Consorcio de Bomberos están expuestos al sol. No sólo los lunes. Todos los días de la semana -y van para dos meses- están expuestos al sol. Desde lo alto de su castillo-palacio-fortaleza, la reina socialista los mira con desdén. Están en pañales, se dice escandalizada la "emperaora" mientras los bomberos se derriten bajo el imponente sol del estío. Empresa contra obreros. Obreros en defensa de derechos públicos y privados. Empresa que sólo mira su ombligo. El partido casi único muestra a los trabajadores bomberos los colmillos de su fiereza enmascarada por el icono del talante y la ceja circunflexa. Talante sin talento y socialismo antisocial. La señora Petronila se regodea de su fuerza. Siente el apoyo de los suyos, de los que viven a cuerpo de rey y de los que la Diputación subvenciona apadrinando los servicios prestados a la causa. La causa es el poder que el voto les otorga.
 
 El periódico que difunde la voz de su amo, hace méritos para seguir percibiendo los millones del ala. Lo que da de sí una subvención multimillonaria. El editorial del día es desinformativo y manipulador. Como casi siempre. Como siempre que a los bomberos respecta. Otra ridícula actuación, titula. Ridículos los bomberos, dice el baranda editorialista. Política veterana y de puño fuerte, aclama a la subvencionadora Petronila. Despreciadores de los valores democráticos, acusa a los bomberos. Personas con la mano tendida, elogia a los dirigentes del PSOE. Por si fuera poco, el señorito de la editorial pasa de la descalificación a los obreros y del elogio a los señores del anillo a la acusación al Partido Popular. No hace mucho atribuía al alcalde de Huelva haber claudicado ante las peticiones laborales de los bomberos municipales. Ahora le acusa de permitir que los bomberos de Petronila ocupen a sus anchas la plaza de las Monjas. El lenguaje goebbelsiano del editorial es un paradigma de lo que no debe ser un medio de comunicación social.
 
 Sin embargo, y concluyo, los bomberos poseen un patrimonio del que carece Petronila. Se llama RAZÓN. Los bomberos tienen razón. Y muchas agallas. Luchan, de forma pacífica, democrática y rebelde por sus derechos. Los derechos, Petronila, no se suplican. Los derechos se exigen. Con pundonor. Con respeto. Con firmeza. Se exigen. Usted, Petronila, pisotea los derechos de los trabajadores. ¡Qué pena de PSOE con directivos de esta jaez!
 
 Un saludo.

BOMBEROS DE ODIEL DI(s)PUTACIÓN

 Odiel Información dedica una importante parte de su contenido de hoy a los bomberos del Consorcio, que depende de la Diputación Provincial. En uno de los apartados que dedica a este tema se puede leer "Los bomberos (...) han sobrepasado en estos días sobradamente la ralla de lo permisible, de lo tolerable". Estoy seguro que se trata de una errata, que el servicio de corrección lingüística ha querido decir "raya", pero que por azares de la premura, ha escrito lo que escrito está. Insisto: este articulista no duda de la calidad del periódico en orden a su ortografía.

 No es la primera vez que Odiel Información efectúa una crítica contra los bomberos del Consorcio de la Diputación de Huelva. La crítica de un periódico comporta un posicionamiento que reclama objetividad so pena de convertirse en una vulgar caja de resonancia de la voz de su amo. La crítica acerva que, sin fundamento suficiente, ha mantenido este medio del Grupo Gallardo contra los bomberos del Consorcio, hiede a manipulación informativa hasta el punto que, más que editoriales, su línea asemeja una proclama partidista a favor de la Diputación de Petronila. Enfatizo: este articulista no duda de la calidad humana y periodística de los trabajadores de este periódico, pero su línea editorial dista mucho de aparecer con el mínimum de objetividad e imparcialidad que noticias de esta índole exigen.

 Resulta curioso que este medio de prensa escrita pertenece al grupo Gallardo y que Odiel se ha destacado por su defensa acendrada de la construcción del Oleoducto que atraviese toda la provincia de Huelva, a pesar de las protestas de ecologistas y de la ciudadanía onubense en general. Como sintomática se presenta la postura del periódico a favor de la empresa (Diputación, que dirige la socialista Petronila Guerrero) y en contra de los trabajadores (los bomberos del Consorcio), dada la importante subvención que percibe Odiel del organismo gobernado (es un decir) por el PSOE. Reitero: este articulista defiende a ultranza la libertad de información y de expresión, tanto de los periodistas como de los trabajadores de cualquier organismo público o privado.

 La delgada línea roja que separa la formación del adoctrinamiento y la información de la manipulación ha podido ser traspasada. Asevera Odiel que los bomberos han llamado mentirosos a todos los que conforman la plantilla del periódico, desde el director a las secretarias. Puede ser. Yo no me atrevo, con los datos de que dispongo, a ratificar esa descalificación. Sin embargo, sí puedo aseverar que cuando el periódico del grupo Gallardo que subvenciona con esplendidez la Diputación de Petronila dice lo que literalmente se reproduce: "Entonces, de los bomberos surgió su verdadero perfil, el de unos tipos que protestan exclusivamente por motivos económicos, que quieren que esté considerablemente más lleno su sobre a fin de mes, sin importarles nada cualquier otro tipo de reivindicación, mucho más loable y solidaria, detrás de la que se parapetan para confundir a los ciudadanos en su detestable protesta", entonces, Odiel sí miente o, cuanto menos, falsea la verdad. La actitud de los bomberos ha sido de tal manera cívica, de tal forma persistente, tan categóricamente coherente, tan silenciosamente rebelde, que este articulista confía en su buen hacer.

 No obstante lo cual, si algún miembro de este colectivo de trabajadores se ha extralimitado y ha recurrido a la violencia de cualquier tipo, este articulista denuncia, desde ya, tamaño proceder. Las amenazas y las coacciones pueden constituir un delito. La discrepancia forma parte de una sociedad plural y democrática. La libertad de expresión es un derecho fundamental. De periodistas y de bomberos. De todos. No podemos exclusivizar ese derecho. No es de recibo utilizar como un misil mayéutico un medio de información para servir determinados intereses empresariales y/o políticos contra los que se oponen al poder establecido. El uso de estos misiles es propio de fascistas redomados e irreductibles. Este articulista era un lector asiduo de aquel antiguo Odiel. Este articulista ha roto, por causas externas a su voluntad e inherentes a la actual línea editorial del periódico, la susodicha asiduidad.

 Un saludo.

 

BOMBEROS DE DIPUTACIÓN

El Sr. Ildefonso Martín es presidente del Consorcio Provincial de Bomberos de Huelva, organismo dependiente de la Diputación que preside la Sra. Petronila Guerrero. Martín y Guerrero son militantes y altos cargos del PSOE (la militancia es la condición sine qua non del cargo) y, por ello, cobran pingües remuneraciones. Lo que cobren los bomberos o las condiciones laborales en que desarrollen sus funciones les importa, al socaire de las circunstancias, un bledo.
 Ildefonso Martín anda el hombre -el pobre tiene unas retribuciones mensuales que rondan el millón de pesetas- indignado por la "mala imagen" de las movilizaciones en la Plaza de las Monjas. El pobre Martín se lamenta del peseterismo de los bomberos (él, que cobra más de doce millones de pesetas al año) y de su hipocresía al disfrazar sus reivindicaciones económicas de peticiones de mayor seguridad sin importarles alarmar injustificadamente a los ciudadanos. El pobre Martín culpa, además, al PP de estar detrás de estas movilizaciones. El pobre.
 No satisfecho con sus declaraciones anteriores, el pobre Martín, que tiene que trabajar horas y horas sin desmayo para con tan exiguo sueldo llevar un poco de pan a su familia, y que arriesga su vida junto a los trabajadores del consorcio en la extinción de incendios -¿o él no interviene?, ¿o él apenas visita las instalaciones?, ¿o él nada tiene que ver con la compra de esos macrocamiones desesperadamente lentos que no pueden acceder a los intrincados y angostos centros históricos de muchos de nuestros pueblos?- se ha dejado caer, el pobre Martín, decia, con un informe interno. Sí, sí, un informe interno que realiza un subordinado (porque el señor Martín tiene subordinados), como lo es el director gerente del Consorcio, el señor José Antonio Ramírez. Para que sea imparcial y objetivo, como son los informes que encarga el PSOE, el informe interno lo realiza un cargo de confianza, faltara más, no sea que un experto externo diga cosas que deben permanecer en el más rotundo de los secretos.
 El informe interno del interno funcionario suelta perlas tan deslumbrantes como la de reconocer la disminución de personal, pero no por las causas alegadas por los manifestantes, sino por su elevado absentismo laboral, que alcanza picos del veinte por ciento. Absentismo laboral, dice, pero no matiza si es justificado o injustificado. Al omitir esta necesaria precisión dialéctica, mete en el saco incluso la baja por gripe, la licencia por maternidad o el permiso por matrimonio o la enfermedad u hospitalización de un hijo. Al pobre Martín, como al mandado Ramírez o a la caudilla psoecialista Guerrero, les resbalan estas aclaraciones porque su interés no es otro que embarrar a sus opositores, ya sean bomberos, ya funcionarios administrativos ya, y especialmente, miembros del Partido Popular. Son los másters del universo de la propaganda goebbelsiana.
 Una noticia de Europa Press asegura que el Consorcio que preside el pobre señor Martín ha fijado para el próximo jueves, día diecinueve de junio, una reunión con UGT, CC.OO y CSIF para reanudar las negociaciones sobre el convenio laboral. Y agrega la información de agencia que la Diputación y el Consorcio siempre han estado abiertos y disponibles. Pura esencia de Goebbels. Eso, sí, el pobre Martín sostiene que la negociación se debe desarrollar en un clima de diálogo y libertad y sin presiones. Perfume venenoso.
 O sea, el pobre Martín y la gran Petronila quieren mejorar la imagen. "Creía el tonto, creía, que yo por él me moría; sólo lo estaba entreteniendo mientras el otro volvía" (cancioncilla popular anónima sobre el engaño contumaz). ¿Captan? Me alegro.
 Un saludo.