LA MUERTE DE LOS BOMBEROS DE COGOLLUDO
Cuatro años se cumplen hoy, dieciocho de julio, de la muerte de 11 bomberos del retén de Cogolludos (Guadalajara).
El asunto está "sub iudice". El Parlamento de Castilla la Mancha, con mayoría psoecialista, consideró irrelevantes unas grabaciones acerca de la posible responsabilidad institucional en las muertes de estas personas. Por su parte, el Juez las ha considerado imprescindibles para establecer si existen, o no, indicios de criminalidad. Una vez transcritas las mismas, se llega a una conclusión: durante más de 24 horas, el caos y la ausencia de medios reinaron tristemente.
A este articulista escandaliza el apiñamiento del PSOE castellano-manchego a la hora de elucidar que las grabaciones debían ser rechazadas. ¿Por qué el rechazo? ¿Acaso querían arrojar al sepulcro de las sombras informativas los ataúdes de once servidores públicos? ¿Tenían consciencia previa de la posible responsabilidad de algunos de sus más destacados cargos públicos? ¿Eran capaces de supeditar la búsqueda de la verdad y la defensa de estos trabajadores fallecidos al interés partidario? ¿Es comprensible tan funesto proceder en un caso luctuoso de estas proporciones? ¿Prevalece la mentira frente a la responsabilidad? ¿Hasta dónde son capaces de llegar individuos de esta laya?
Que todos elevemos nuestras plegarias hacia Aquél en quien creamos para que semejante suceso no se repita. Del mismo modo, recordemos el ejemplo de amor propio, de coraje, de pundonor, de respeto, de solidaridad, que nos están ofreciendo los bomberos de la Diputación de Huelva. Ellos -no los responsables con perdón del partido psoecialista- están velando por la seguridad de todos. Ellos están alertando de lo que puede ocurrir en nuestra provincia a la vista de la precariedad de medios que poseen para extinguir fuegos. Ellos son modelo de solidaridad cívica. Si todos nos comportáramos como ellos, otro gallo cantaría a nuestra sociedad.
Mi homenaje a los bomberos. Hago votos por que los incendios forestales que en verano destruyen nuestro paisaje, no se cobren ninguna vida humana.
Un saludo.
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