CURRÍCULA
Plural de curriculum. Si nos atenemos a lo que refiere el exministro Bernat Soria sobre sus títulos, honores, cargos, trabajos científicos y otros datos, comprenderemos fácilmente qué es la inflación, qué la especulación y qué el estallido de la burbuja. Inflar un globo es tarea ardua para un niño. La afición a engrandecer los méritos propios es un síntoma de enfermedad que afecta sobremanera a los políticos de profesión y a los políticos de vocación, que forman legiones.
Los vendedores de humo se adscriben a cualquier partido y a cualquier organización. Las ideologías se subordinan al interés exacerbado por sacar el cuello entre la multitud. Saben que pueden cortárselo pero se arriesgan a ello porque, como los escorpiones, su instinto les impulsa a sobresalir al precio que sea. En el caso del que fuera ministro de Zapatero y con Zapatero, prima el síndrome del pavo real. Por más que algunos terminen su vida sin plumas, unos pocos supervivientes prolongan el ejercicio del engaño durante décadas.
Don Bernat Soria y su santa esposa se han beneficiado de esta política de jirafas que elevan el cuello hacia el rico follaje del árbol de la institución. Y, además, se han subido a la plataforma que la Junta habilita para repartir entre amigos y cónyuges sus puestos de relumbrón con salarios que repugnan a los mileuristas y cuánto más a los parados. Que este señor cobrara casi treinta millones de pesetas el año 2010 por su cargo en una fundación, clama al cielo. Y que su esposa se arrime al faldón de la levita del augusto marido para llenar las arcas del hogar familiar, incendia los ánimos de los más circunspectos.
A estas circunstancias, incorporemos el carácter de colocación a dedo, por enchufe, de uno y de la otra y nos chuparemos los dedos del asco que supone mirar una tarta de gran chef repostero en el escaparate de un barrio de chabolas. Los principios de igualdad, mérito, capacidad y publicidad se han convertido, una vez más, en caca de la vaca. Y en lo que respecta a la verosimilitud del curriculum, la cuarta parte de la mitad de la mitad. Algo así como el Luis Roldán que denigró a la Guardia Civil.
Otro lumbreras.
Un saludo.
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