NO DEMOS IDEAS
Ussía es un enorme escritor de afiladísima pluma. Su problema son las ideas. Es tan rico en ellas y tan generoso en su regalo que, a veces, no escatima dádivas ni se fija en el destinatario de las mismas.
Con la nueva corriente de modernismo pobre de izquierdas ricas, las televisiones privadas se ponen las botas con la publicidad. El número de mamarrachadas por minuto señala el índice de coste de los anuncios. La tres, la cuatro, la cinco y la sexta se disputan el pastel de tonterías en un implacable duelo de pistoleros a sueldo.
Con esta tendencia alcista, a Ussía no se le ha ocurrido sino la posibilidad de invitar en horario preferente a Bolinaga. Por favor, que te van a coger la palabra y, en aras a la libertad de expresión, mañana mismo te montan una tertulia con el susodicho, con Ternera y tres o cuatro angelitos más. Un poco de cordura, don Alfonso, que ciertas armas las cargan el diablo del dinero y el Torquemada de ETA.
A poco que Cintora, Pastor y otros compañeros del sistema mediático reciban la menor indicación de abrir el panorama periodístico a los etarras, el aquelarre está servido. Cuidadín, que Maduro está más cerca de lo que parece.
Un saludo.
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