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Francisco Velasco. Abogado e historiador

EMBARAZADAS Y ABORTO

 

 Castilla La Mancha. Gobierno de Cospedal. Secretaria General del PP. El partido antiabortista por excelencia. Defensa del nasciturus por encima de la mujer. ¿Y la madre? A la madre que le den. Mucho hablar y poco hacer. Se hartan de predicar y no cooperan con un celemín. Tanta leche dialéctica y nulo apoyo al que lo necesita. Culmen de la contradicción demagógica.

 

La Consejería de Educación de la Junta de Castilla La Mancha ha dado un ejemplo de cinismo indeseable. Ha despedido a una profesora embarazada por solicitar la baja. Por solicitarla, que no por tomársela por su cuenta. Por ceñirse a la normativa, que no por saltársela.

 

El Gobierno de Cospedal discrimina a la mujer trabajadora. La relega al paro por ser interina y por no abortar. Si hubiera sido funcionaria, se tendría que fastidiar. Al ser interina, se la expulsa del sistema de igualdades. Pero, además, en un alarde de asquerosa hipocresía moral, maltratan a la mujer madre por ejercer su derecho a la vida del hijo que guarda en su vientre en vez de abortar y reclamar su derecho al trabajo. Se necesita tener mala leche. La economía, por encima de la dignidad humana.

 

Si alguien cree que la actitud es exclusiva de un gobierno de derechas, está equivocado. Recalen en las oficinas andaluzas y se darán cuenta del error. En Sevilla, la Junta de la izquierda del golferío de los EREs ha despedido a seis profesoras embarazadas. Se escudan los rectores acanallados en que las bajas no han sido sobrevenidas, sino que estaban en el objetivo picaresco de las docentes. Cree el ladrón que todos son de su condición. El artículo 29 de la Ley andaluza de Igualdad dice: “se considerará discriminación por sexo todo trato desfavorable a las mujeres, por embarazo o maternidad”.

 

Y los despidos se producen a pesar de una sentencia del Tribunal Constitucional. El Alto Tribunal interpreta que el despido no resulta amparado si es ejercido con motivación torpe, o con abierta vulneración de derechos fundamentales, como tratos desfavorables basados en el embarazo, que al afectar exclusivamente a la mujer, constituyen una discriminación por razón de sexo”.

 

La izquierda defiende el aborto y desde los gobiernos de su mano, a fe que desarrollan esta defensa. Si las profesoras no lo practican por iniciativa propia, la Consejería de Educación colabora en la desaparición del embrión poniendo a las madres en la puerta de la calle laboral. En cuanto a la derecha pro-vida, otra de archipiélago gulag. Dicen apoyar a la madre y a la familia. Mentira. En realidad, lo que persiguen es apoyar a la mujer con la pata quebrada y en casita sometida al maridito.

 

Fachas, que son unos fachas.

 

Un saludo.

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