ADELANTAR ELECCIONES
Susana Díaz ha sido elevada a la categoría de referencia psoecialista. La nueva presidente andaluza ha llegado a tan destacado puesto –la función es cosa distinta- merced al dedazo feudal de Griñán. Democracia sin urnas. La herencia no ha sido aceptada a beneficio de inventario. Con todas las bendiciones. Qué importan las sobresalientes deudas del testador si las ganancias presentes son infinitamente superiores. Ni siquiera la rémora de Izquierda Unida arredra la voluntad continuista de la señora. En cuanto a la regeneración ética, se trata de un escarceo de algún Esopo actual que habla de moral cuando lo que impera es el sexo del dinero.
Doña Susana se está planteando adelantar las elecciones territoriales de la Autonomía. La actual debilidad del Partido Popular y el estrambótico peso de los valderianos son factores que animan a materializar dicha posibilidad. La Conferencia Política –llamada urbana de poca facturación- ha sido una vuelta de tuerca a la botella de vodka del descrédito. Qué necesidad tienen de primarias los psoecialistas si se enfrentan a su pasado más escabroso y a su presente más rupturista.
Algunos creen ver en Susana el mirlo blanco que, ramita de olivo en el pico, traiga la buena nueva de la tierra limpia. De alucinados está el mundo lleno. No obstante, la heredera de la corrupción bestial de la Junta tiene en su mano la llave de la imagen. Antes de que se la identifique con sus predecesores, pondrá en juego su facultad ejecutiva de convocar comicios. Al tiempo, vislumbra el cumplimiento de tres de sus objetivos prioritarios. El primero, desmarcarse –que lo tiene crudo- de la golfería de los EREs. El segundo, sacudirse el polvo de estrellados que soporta al subir en su osa mayor al otro miembro del bipartito. El tercero, aprovechar el cachondeo orgánico que divide al PP y, especialmente, hacerlo antes de que la Bolsa siga subiendo, la crisis se diluya y las encuestas dibujen la curva del crecimiento de empleo.
Las réplicas al adelanto de las elecciones vienen por la vía Maíllo y por el caminito Gordillo. Los líderes izquierdosos rechazan la anticipación de elecciones. Sería jugarse a la ruleta rusa su presente político. El programa retrata a sus redactores y a sus ideólogos. Por ello, los muchachos, y muchachas, de IU se oponen frontalmente a estos giros indeseados. Por más que los sondeos vaticinan un éxito, el escrutinio es tozudo y la lechera del cuento se hace malhadada realidad.
A estas alturas del calendario, el gran Julio César y el "augusto" Octavio dieron pie a transformar los meses romanos de Quinctilis y Sextilis en julio y agosto. Lo que pueden las personas cuando no interesa que el año regular coincida con el año estacionario.
Esta Susanita permutará su ratón chiquitín por un formidable y lujoso reloj electoral. Apuesto.
Un saludo.
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