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Francisco Velasco. Abogado e historiador

DESCONTROL Y FRAUDE

 

 Este Manuel Chaves es un chistoso. Sin pizca de gracia, pero el hombre rellena periódicos. Qué joyita de políticos nos regala su partido. Entre él, Griñán y el impar Zapatero alegran nuestras aburridas sobremesas otoñales. Qué sería de las tertulias televisadas sin la fuerza motivadora de estas figuras del show estilo gran hermano. Si no, comprueben la última perla gilista del expresidente de Andalucía, el papá de Paula la de Matsa.

 

 

Para qué tanto control, dice, si hay un director general que quiere robar, roba. Irisdiscente. Nuestro personaje es una mina de simpatía circense. Lo malo es que su trabajo es otro y su destino, distinto al de los fabulosos payasos. De vez en cuando, le sale la vena Maleni T-4 de  Barajas y suelta la cantinela de la exministra: una administración como la Junta, con miles de funcionarios y cientos de directores generales, "es muy difícil de controlar". Y tanto. No obstante, a los curritos se les mete una puya de vez en cuando para que no se desvíen y a los directores amigotes se les invita a costa del pueblo. Y cuando se trata de supervisar el uso adecuado de miles de millones de los desempleados, el entorno se llena de ciegos, sordos y mudos.

 

Y si no, lean la prensa del día: dos alcaldesas, dos, las dos del PSOE, ni controlan ni se autocontrolan. A la que fuera primera edil de Jerez de la Frontera, psoecialista of course, le piden prisión por un quítame allá esas pajas. La pobre edil se limitó a defraudar unos diecisiete milloncejos de euros destinados al Plan E de las narices. Total. Por su parte, la regidora cordobesa de Peñarroya, correligionaria ella de los descontrolados, ha sido detenida por la Guardia Civil por otra tontería de subvenciones.

 

Para terminar con las actuaciones, nos hemos enterado que alguna entidad bancaria de esas que no prestan ni a su padre, ha condonado una porrá de millones al partido de Rubalcaba. Al infeliz españolito de a pie, lo desahucian con dos patadas en el trasero. A los dichosos muchachitos de la política de zurda mano, se les perdona el crédito y, además, se le pone un chalecito en La Finca.

 

Gracias al descontrol, el fraude. Merced al fraude, los poderosos viven, las clases medias malviven y el resto sobrevive. Los menos fuertes o los más sensibles mueren directamente.

 

Chaves, Chaves.

 

Un saludo.

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