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Francisco Velasco. Abogado e historiador

LA DEVOLUCIÓN PENDIENTE

 

 

No se trata de la revolución pendiente que nunca llega. Me refiero a la devolución colgada que así morirá.

 

Resulta que la Junta de Susana reclama, ahora, cuando la soga de la justicia aprieta levemente el cuello de ciertos pajaritos fritos, unas cantidades que nunca debió conceder a determinadas empresas. Entre ellas, a algunas empresas onubenses. Así, a la editora de la prensa que servía de boletín parroquial y libelo ideológico del Psoe de Huelva. O a la portavocía audiovisual psoecialista, mimada por don Mario Jiménez, ese hombre, este nombre.

 

Qué casos. Qué cosas. Esta Junta del fondo de reptiles ha prescindido del procedimiento como el que se quita la corbata. Despechugado uno, enguantado el otro. Los amigos de lo público han limosneado entre los mendigos de la iglesia del partido con la libérrima actitud de quien dispara con la pólvora del rey pueblo. Uno se pregunta: si estaban tan seguros de la legalidad de las ayudas, a qué viene ahora la solicitud de reintegro de las mismas. Tantos años después, tanta farfulla mediática en el camino y tantas elecciones contaminadas. O sea, los que acusaban a la oposición de mentir, están admitiendo que los mendaces eran ellos mismos.

 

De qué y de cuándo van a devolver el dinero. No se lo cree nadie. El dinero defraudado está más perdido que la cocaína consumida por uno de los imputados por la juez Alaya. Santa Rita, Rita, lo que se da no se quita. Y a quien dios Jiménez se la dé, el cara de piedra de Mario se la bendiga. La familia es la familia y los padrinos pueden ser corleones. En el entramado, desde la Diputación hasta alguna entidad de ahorro. El protagonismo, en la persona del senador español, ayer parlamentario andaluz, sempiterno urdidor de campañas de propaganda pagadas por el erario público, con independencia de que el contribuyente simpatice con el Psoe, el Pp o Iu. Cui prodest. Psoe. Y más Psoe. Psoe y más Prisa. Psoe y más godos. Psoe y menos islas. Psoe y rompe España.

 

Lo que cayó en el conquero van a devolver. Ya está gastado y bien  gastado. En cuanto al aceite goebbelsiano vertido en las elecciones, a ver quién es el guapo/la guapa que lo recoge. Los resultados electorales sí que no tienen devolución.

 

Un saludo.

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