IZQUIERDA UNIDA DE GIBRALEÓN

 

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 Domingo González es el coordinador de IU en la ciudad olontense. Un hombre cabal. Un señor. Hace más de veinte años que tengo el honor de ser su amigo. En tiempos de sindicalismo de la mayor dureza y aun defendiendo a formaciones distintas, supimos conciliar el respeto personal con la diferencia de intereses y estrategias en defensa de los trabajadores.

Si Domingo González hubiera debido militar en algún partido político, no hubiera sido otro que de los que se alinean en la izquierda. La izquierda de verdad. La izquierda que da ejemplo de dignidad, de honradez y de compromiso. La izquierda de autoridad que no se mueve por el poder a costa de lo que sea. Algunas personas nacen y viven en la coherencia con sus ideas y por ellas mueren.

Hoy he leído el comunicado que IU de Gibraleón ha remitido a Huelvaya. El texto es un reflejo de Domingo González en estado puro. Describe unos hechos con la intensidad de quienes se escandalizan ante las manipulaciones y las mentiras. Califica de vergonzoso el comportamiento de los concejales del Psoe de Gibraleón. Sin embargo, ni su relato ni sus calificativos están huérfanos de argumentos. Toda una panoplia de concreciones sostiene su discurso.

Con todo, lo que Domingo González pone de manifiesto es que algunos utilizan la política como trampolín de enganche y de escalada personal. Lo que Domingo nos muestra es el submundo de lumpen moral que adorna a ciertas formaciones que se dicen de izquierda. Lo que el señor González nos enseña es que determinados políticos no son sino abanderados de un ejército de mercenarios que lo mismo asedian una muralla que pasan a cuchillo a sus habitantes.

Domingo González es de las personas que dotan  de contenido a un partido. Si Izquierda Unida es fiel al pueblo, en Domingo tiene un referente de la máxima calidad. De excelencia. De izquierda de ayer y de siempre. Si él acusa a Serrato, exmandamás psoecialista en su localidad, digan conmigo que tiene más razón que un santo. Y si agrega que él destrozó los tres parques de la villa, no duden de la veracidad de sus palabras. Y si, a mayor abundamiento, insiste en que el socialista –ja-  tapó la avenida principal de acceso al pueblo, dónde hay que firmar.

Domingo González podrá meter la pata como “to quisque”. La mano, no. En cuanto a su lengua, no hay quien se la corte. Esta IU sí es una izquierda de verdad, de las que construyen y garantizan el progreso. Enhorabuena. Estos comportamientos constituyen el soporte real de las ideologías. Como debe ser.

Un saludo.