INDEPENDÍCENSE, COÑO
Pistola en mano. Cual Tejero golpista. Zapatero ha levantado la banderola de salida. La carrera a la independencia está en su recta final. El teniente coronel de la Benemérita fue la cara visible de una asonada brumosa. El presidente psoecialista del Gobierno es la cabeza roja de una traición esperable.
Es tiempo de llantos. Lloró, contenido, ZP. Moqueó, inconsolable, Carles Francino. Lagrimea, lagartón, Rubalcaba. Son las expresiones emulgentes de un personal con sangre de horchata. Es el llanto fingido de una alegría sangrienta. Huellas rojas del viscoso líquido que los asesinos de ETA sacaron a tiros del cuerpo de sus víctimas. Lloran ahora. Por qué. No es por la paz. Ni por los muertos. Gimen con hipidos de triunfo. Son los sollozos de las plañideras a tanto la hora.
El Psoe buscaba un clavo ardiendo al que asirse para evitar la debacle anunciada de noviembre. El clavo presagia un incendio. España en llamas. Como la Roma de Nerón. El komintern pirómano cuenta con el beneplácito de los bomberos secesionistas del País Vasco y de Cataluña. Quemad, que ya apagaremos. Cuando convenga, sofocaremos el fuego purificador.
La llave de la seguridad del Estado ha cambiado de manos. Con nocturnidad y alevosía, el sereno desleal ha dejado el clavero en la percha viperina de Bildu. Los filoetarras han accedido a las instituciones sin forzar la puerta. Gratis et amore. Con gusto y cariño. La cara del Gal se ha convertido en el pico torvo de un faisán carroñero. De Felipe a Zapatero, una misma ilegalidad y dos diferentes interpretaciones. Por las malas o por las buenas. La ley, hecha humo.
En tanto, los jueces resolverán y absolverán. Qué salida les dejan. La policía evitará detener. Para qué. La meta está en la autodeterminación. Por las peores o por las pésimas. ZP lo hubiera tenido más sencillo. Suspiros de cocodrilo para romper a España. Los abertzales se mofan de los guardias civiles y los asesinos se ciscan en la democracia. Si el destino es la secesión y si el medio es la paz del cobarde, entréguenle ya el estatuto del separatismo. A qué aguardar.
Diga como Tejero: independícense, coño. El asco aumentará en dimensión pero no en grado. Coño, independícense. Entre golpistas anda el juego. Ninguno suspira por España. Rompan el país, la nación y el estado. Al tiempo escupan lágrimas por lo buena que es ETA. Gadafis de fortuna.
Un saludo.
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