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Francisco Velasco. Abogado e historiador

FOBIAS AJENAS

 

Analizar los fenómenos sociales es todo un desafío. Se requiere observación fina y continuada. Es precisa capacidad de clasificación y de taxonomía de los sucesos y de sus  protagonistas. Se exige la renovación constante de las informaciones. Resulta ineludible contrastar hechos, explicar textos e insertar el verbo y la acción en el tablón de anuncios de la actualidad. En definitiva, la paciencia y la objetividad han de formar parte del analista.

 

Les invito a repasar el libro de estilo de El País. Hoy es el mismo del de hace veinte años. A lo largo de sus renglones torcidos, una escritura de alto nivel arropa consignas de la más espuria procedencia. Si para arrastrar la imagen de Aznar, es preciso desplegar el paraguas del articulista más reconocido, se encarga a éste una columna acerca de la geoestrategia de la OTAN y su convergencia en la economía del euro. El interés del escrito pretexta el ataque al expresidente español. Si miramos el otro puntal de la prensa psoecialista, el diario Público, la diferencia de categoría formal es mayúscula. En la prensa de Roures, ni siquiera gastan dinero en toldos impermeables ni miramientos corteses. Se va directo a la yugular. Cualquiera que critique estas conductas de los referidos medios de prensa, es tachado, por la propia inercia de sus andaduras inquisitoriales,  de homófobo, xenófobo y, por supuesto, de perteneciente a la derecha más extrema.

 

Trasladen la crítica más constructiva al partido que alimenta el fuego monetario de estos periódicos. Si se hace referencia a la política del Gobierno en Cataluña y País Vasco, la acusación de ultranacionalistas españoles precederá a la de anticatalanes y de cainitas del pueblo de Euskadi. Si se cuestiona la actividad ministerial en las relaciones internacionales, a continuación portas el sambenito de hacer terrorismo de estado. Que aludes al tratamiento de Zapatero al tema de la memoria histórica, reo de franquismo eres. Desde el momento en que entreveras el rumbo errático y zangolotino de la nave económica, anatematizado quedas como sujeto pasivo que no cooperas en la lucha contra la adversidad originada en todo el orbe. Cuando te sumas al coro de cabreados por el paro y las pensiones, te arrojan al caldero hirviendo de enemigos de la patria. Basta con que declares tu horror por la corrupción del Gal, del Faisán, de los fondos reservados o de los expedientes de regulación de empleo, para formar parte de la nómina de judíos marcados por la máquina sangrienta de los nazis.

 

La profundidad y el espesor del bosque no deben impedir al analista que se detenga a contemplar el paso de la vida en uno de los arbolitos de esa foresta. De ahí que les relate el resultado de una reciente anécdota. El exministro de Justicia del Psoe, Juan Fernando López Aguilar, hoy europarlamentario, ha descalificado a una colega británica por el hecho de denunciar que la psoecialista Eider Gardiazábal fichaba la entrada en su trabajo como diputada a las nueve de la mañana y, cobrados sus emolumentos por ir a trabajar, se encontraba, media hora después, en el aeropuerto, camino de España. El hecho recrea el chiste de la velocidad más vertiginosa. La ocurrencia infame del señor López Aguilar es llamar eurófoba a la denunciante. Eurófoba para empezar. Luego, como prescribe el manual de ataques de la banda al mundo exterior, de fascista y similares aderezos.

 

Ante cualquier duda sobre el submundo de la cúpula psoecialista, les recomiendo prudencia, modulación del tono oral, ausencia de gesticulación, aditamento indumentario de apariencia desaliñada y pobre, por más que Armani etiquete su vestuario, y, por último, rostro de honradez a machamartillo. De esa manera, evitarán, cuanto menos, el escupitajo de …fobo y de franquista. De rojo y comunista, no se libran. Pero bueno, para esta gente/gentuza, ser comunista es un estadío intermedio entre el cielo zapateril y el infierno aznarista.

 

Lo dicho. Al Psoe, bendiciones. Caso contrario, antidemócratas, antipatriotas y la leche. Las ofrendas florales de los herederos de Pablo Iglesias me importan un ERE. Por eso, repito: los eurófobos, los antipatriotas, los rabiosamente fóbicos, son ellos, los que roban los que pervierten, los que corrompen, los que hacen del pueblo un trapo y del trapo, un pueblo sumiso. Fobia la del Psoe. A la libertad, a la igualdad, a la verdad. Vayan con esta música a otra parte.

 

Un saludo.

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