Blogia
Francisco Velasco. Abogado e historiador

REFORMA LABORAL

Deseo y realidad. No confundan. Una cosa es lo que se quiere y otra lo que se puede. Los sueños, aún despiertos, sueños son. O pesadillas. Como la reforma.


La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, reza la canción. Zapatero, no. Zapatero no sorprende. Directamente engaña. Rara vez se le pilla, tal es su destreza en la artimaña. Se enfunda la facha, que dicen los mexicanos, y disfraza de ideología progre su verdadera mentalidad reaccionaria. Que invierta el vecino. Que investigue el otro. Que reforme Rajoy. El esfuerzo, para los demás. El laude, para él. Cuestión de talante sin talento. Cosa de vaina sin fruto.


Esta vez, el tiro le puede salir por la culata. En el recortazo a funcionarios y pensionistas, le salvó la facción catalanista. Su decreto-ley salió adelante por un solo voto. Quienes deseaban verle doblar la testud, se quedaron con las ganas de aplaudir su derrota parlamentaria. La huelga subsiguiente se enmarca en el ferial que levantaron los sindicatos de la comisión y de la correa. Cosa sabida. Representación de pésimos titiriteros. Sin embargo, la ciudadanía sigue a la espera de verdades. Que el Gobierno cuente el número de crédulos y que los sindicatos computen la cifra de seguidores. Carreras paralelas en vidas simbióticas. No puede ser de otra forma. Ahora viene el segundo acto de la comedia trágica, del melodrama con mucho de miel embadurnada. Miel en forma de millones de euros en formación o en acción sindical. Qué mas da.


Se agotan los últimos días de diálogo de sordos. Los verticalistas Méndez y Toxo sentados, de lado, con los empresarios de la CEOE. ¿Y el Gobierno? Como en tiempos de Primo de Rivera. Comités paritarios. Que acuerden ellos, dice Corbacho y apostilla Zapatero. Que se muerdan entre sí. Cuando se despedacen, volvemos al decretazo. Esta vez pueden pintar bastos. Pueden. Deseo y realidad confundidos. Llamazares, el rojillo, se escandaliza por el poco valor de la palabra de su tan poderoso aliado gubernamental. Durán, el nacionalista catalán de Huesca, tan charnego como Montilla, anuncia ya que, en esta ocasión, no se abstendrá. ¿EL PNV? Suspense garantizado. Lo que ayer negó, mañana puede otorgar. Depende del precio. Coalición Canaria y UPN, votos de aluvión. Inútiles para el fin que se persigue: aprobar el nuevo decretazo. Dar el visto bueno a la puñalada a los trabajadores de la función privada.


Las alianzas para este menester se antojan complicadas. Ponerle el cascabel al gato de la empresa privada es tarea ardua. Zapatero necesita un cómplice para este asesinato moral. Si no lo consigue, el poco crédito que conservaba se irá a la quinta puñeta. El presidente planetario era ya el hazmerreir de Europa. De consumarse su fracaso, se convertiría, por derecho propio, en el bufón de las cortes financieras del mundo. El Banco Mundial alerta de la gravedad de la situación en nuestro país. Los iluminados y los antipatriotas son los protagonistas de la degeneración moral de España. Iluminados por ideologías de milonga y antipatriotas sin más interés que el personal.

 

No bastará con llevar a cabo una crisis de gobierno y cambiar a cuatro ministrillos por otros tantos ministeruelos. No será suficiente reducir algunas carteras. Se exige la reforma laboral. Reforma drástica. ¿Se entera, señor presidente? Drástica. Vd. es especialista en el camaleonismo político y perito en culpas ajenas y disculpas propias. Experto en estafas y en golferías políticas. Sin embargo, el elástico ya estiró en demasía. La rosca del tapón se ha pasado. O busca apoyos o el Parlamento va a echarle el toro al corral. El decretazo sería, entonces, el boomerang que le rompería los piños.

 

El deseo de tantos españoles, entre los que me incluyo, se cumpliría. Por el bien de España, usted debería dimitir y, en el plazo legal mínimo, convocar elecciones. Se le ataca a Vd. y a su Gobierno. Se defiende a España. La defendemos de sus tropelías y de las fechorías de quienes con usted se han venido alineando. Es nuestro deseo. Ojalá se haga realidad. Cuanto antes. Por el bien de España.

 

Un saludo.

0 comentarios