GARZÓN Y LA EMPERAORA
Garzón ha sido suspendido. Cautelarmente. De sus funciones. También ha sido reprobado. Decía Goethe que el comportamiento es un espejo en el que cada uno muestra su imagen. La imagen presenta una parte de fantasía y una parte de experiencia sensorial. Es, en suma, un escaparate. Acaso la vaina refulgente de un producto de valor extraordinario o el mero envoltorio de lujo tras el cual se oculta una realidad poco grata, incluso despreciable. Mucho escaparate en Garzón y escasa trastienda. El Juez estrella ha resultado ser un satélite. En vez de irradiar luz, precisa los focos de los medios para no morir inane en la oscuridad.
Petronila Guerrero, presidenta de la Diputación de Huelva, va de progre y de honrada. Lo será. Sin embargo, su comportamiento dista mucho de compadecer la rectitud de su valor moral. Paseíto por aquí, comidita por allá, viajecito a gastos pagados acá y dieta fortificante acullá. Vive Petri. Muy bien, Petri.
Garzón y Petronila. Petronila y Garzón. Mucho en común. Comparten, además, un cobijo/cueva de babaalí. La casa psoe. Dios los cría y allí se juntan. La Casa del Pueblo la llaman. La Casa de Alibabá es. Por lo de las alianzas de civilizaciones, claro. Qué va a ser por lo del cuento de las mil y una noches y por lo del rollo de los cien años de honradez.
Uno llora, desconsolado, el piro de la Audiencia. Es un Boabdil de pacotilla. Es un magistrado sin magisterio. La otra se retrata cada vez que habla. Como el ilustre Bono -patriota, cristiano y socialista- atribuía a la rocosa Esperanza Aguirre, Petri besa de día y muerde de noche. Por la mañana, sonríe. Al desaparecer la luz, te desangra.
Garzón, el jeremías, de presunto inocente a imputado pasó sin perder el rango constitucional. Ahora ya no es imputado. Ha sido elevado a la categoría de acusado. Carrerón el suyo. Mañana puede ser condenado o absuelto. La ley no es la justicia. Ni Garzón es un pobre españolito. Doña Petronila, la emperaora de la Gran Vía, pasea su serrano cuerpo por la Huelva donde el aeropuerto no es -ni será-, por los corredores del AVE que no anida -ni lo hará-, por los vericuetos asesinos de la nacional a Badajoz que no se desdobla -ni se duplicará- o por las balsas de fosfoyeso que no se retiran -ni se almacenarán-.
Es el sino de la demagogia, de la frivolidad y de la superficialidad. Petronila y Garzón representan a toda una clase política ideológicamente corrupta. Son el ethos de una política desdichada. Forman el coro de la impunidad y del neo cacicato. Mucha propaganda para tan débiles productos. Se abre el convoluto y, dentro, sólo dinero. Dinero y poder. Poder e influencia. Influencia y chantaje. O conmigo o contra mí.
Garzón. Petri. Con vosotros, nunca. Servidor no se junta con ustedes ni a recoger los tesoros de Filesa. Vayan con Dios. No ha sido un placer conocerles. La justicia no os une ni os reúne. La ley, tal vez. La ambición, sí. Sin duda.
Un saludo.
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