APAÑOS
Maestros del apaño. Legos de la justicia y de la igualdad. Los del PSOE. Se buscan la vida, como sea, para hacer que la rueda vuelva a girar, como nueva, aunque improvisen y no pretendan sino salir del paso. Dueños de las tretas, de los engaños y de los artificios, los negociadores psoecialistas son expertos en relaciones amorosas ligeras, aunque caras, aventureros de charanga y pandereta, sastrecillos de vaporosas telas que revelan interioridades, amantes de todos, casaderos de conveniencia, zapateros remendones de calzado inservible, amigos, en fin, de componendas inverosímiles, sin importarles, en caso alguno, su cariz inmoral y censurable.
-Dura diatriba, y larga, articulista, contra el PSOE. -Excuse, corrijo, contra el PSOE, no. Contra los dirigentes del PSOE que, como los del PP, hacen de su capa un sayo a conveniencia del bolsillo o que se valen de sus formaciones para chupar del bote de los contribuyentes. Una cosa son las instituciones y otra quienes hacen mangas y capirotes de ellas.
El apaño psoecialista, como el popular en el caso Correa, hiede, apesta. La connivencia del peneuvista Erkoreka con el ex juez José Antonio Alonso -les recomiendo leer en este blog "El discurso de José Antonio...Alonso"- para aprobar los Presupuestos Generales del Estado, va a figurar en los Anales del impudor de algunos parlamentarios españoles. No hay reglas por encima del ventajismo de algunos charranes que por el Congreso pululan cual carteristas de guante blanco y sucia mano. Las reglas se cambian a modo y en el momento preciso. Seguridad, la misma que la de un chorizo del PP en manos de Fiscales de barro en la toga.
La mismita seguridad que ofrece Chaves cuando apaña una reforma de la ley andaluza para que su hija Paula, la de MATSA, se haga acreedora a una millonaria ayuda de la Psoejunta. Igualita que la que absuelve de incompatibilidad al ex presidente y condena a un mindundi de arrabal, a un paria de suburbio.
Finalizo con estas palabras que Emilio Lledó publicó en El Cultural de El País allá por 2002: "La literatura nos enseña a mirar (...) estos contornos históricos inmediatos de los balbuceos políticos, de los apaños para justificar el egoísmo envilecido, de las trampas para conformarnos a vivir con la desesperanza de que lo que hay ya no da mas de si".
Va por ustedes, apañadores apandadores. Va por ustedes.
Un saludo.
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