ASALTO A LA ALCALDÍA (DE PEDRO RODRÍGUEZ). -Primera entrega-
Se ha convertido en un enemigo a batir. Desde hace años, Pedro Rodríguez, alcalde de Huelva porque así lo quieren por mayoría absoluta los electores onubenses, es la bestia negra del PSOE. No hay manera de echarlo de la alcaldía. Se tiran de los pelos cada vez que miran atrás y, pudiendo ficharlo, no lo hicieron. El Partido Popular sí supo embarcarlo en su formación política cuando la ciudad era una más de las que abultaban el saco de edilatos psoecialistas. El triunfo de Pedro Rodríguez ha sido clamoroso. Ha derrotado en las urnas, con una claridad apabullante, a cuantos candidatos ha colocado el Jefe Barrero. La última en pisar la lona, la señora Parralo, -víctima de sus errores antes que contrincante política de un verdadero gobernante local-, ha mostrado la calidad del alcalde pese a los ejércitos mediáticos que el partido del padrastro Zapatero puso en liza. -Se le va a caer el pelo, vino a decir la derrotada psoecialista. La vida la puso en su sitio. Su partido la relegó al oscurantismo, la postergó de la primera fila política y la condenó al ostracismo.
El problema, sin embargo, no reside en el PSOE. Lo tiene el PP. Los agravios electorales han soliviantado a los dirigentes del ejército zapateril. La formación socialista municipal está compuesta por suplentes. Hacen lo que pueden dentro de su medianía intelectual y gestora. Claro que cuentan con toda la fuerza económica de los jefes del cotarro, especialmente la de la que se ha venido en denominar la señora feudal del palacete de la Plaza de las Monjas, es decir, de doña Petronila, presidenta todopoderosa de la Diputación. Desde su dominio y desde el manso anexo, la señora Petronila coordina todos los movimientos de asedio, cerco y asalto a la alcaldía de Pedro Rodríguez. Dispone de la cooperación casi absoluta de la prensa televisiva, radiofónica y escrita de la provincia. Dinero cuesta al contribuyente. Los miles de euros que ha invertido la Diputación en subvencionar a estos medios de comunicación causan pavor. Pero el objetivo es importante. No se puede consentir que en este imperio socialista que es Huelva, la capital sea un fortín irreductible que se aferra a las prédicas del PP. No puede ser.
Se busca una contendiente de peso para las próximas elecciones municipales. Una. No uno. Se pretende que esa una sea Petronila. Desde su caja de caudales institucional, la señora presidenta maneja a su antojo los hilos económicos. La financiación es clave en esta batalla. La batalla se limita, por ahora, al asedio. Se procura sitiar al intruso Pedro Rodríguez. Hay que rendirlo por hambre y por sed. El cerco es a muerte. La primera medida es eliminar sus apoyos. Uno de los más conspicuos es el de El Mundo Huelva Noticias. Quitar de enmedio a este referente de independencia y libertad periodísticas urge.
En esta urgencia, los periodistas dejarán de cobrar sus nóminas. Cuánto tiempo arrostrarán el precio de su libertad estos plumillas de El Mundo Huelva Noticias. Sus mismas familias presionarán para que el hambre y la necesidad sepulten su honradez profesional. Que cambien el estilo y ya veremos, se dicen algunos de los estrategas bélicos. En caso contrario, expediente de regulación de empleo sin oposición de la Junta, despido colectivo y lock out. A la calle. Todos a la calle. Hay que doblegar a estos rebeldes. O a favor del PSOE o contra él. Si es en contra, que se aten los machos y que pidan cuentas al maestro armero.
En este contexto, clara la estrategia atacante, el PP debe organizar la defensa. Organizarla con el mismo celo que los atacantes emplean. Organización, señores del PP, organización. El enemigo es fuerte. Sus medios poderosos. Tómense en serio el asunto. La ciudad de Huelva no puede retornar al pasado más arcaizante. (Continuará).
Un saludo.
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