PATXI SE PREOCUPA
Son de medalla. Los dirigentes del Psoe merecen una medalla. Al ingenio del filibustero. A la maldad del pirata. A la falta de escrúpulos del bucanero. Una medalla con insignia. Y en el metal, grabada la siguiente frase: contra los delitos del PP.
Si no la dan a la salida, la lían a la entrada. Necesitan un exorcismo democrático. Las convulsiones, los gritos, los espasmos, las blasfemias salen sin freno de las bocas macilentas de algunos de los políticos sociatas. Patxi López, que no agradece su permanencia en la lehendakaritza al popular Basagoiti, pisotea la estrategia conciliadora del líder conservador. Lejos de eso, ya se sabe qué son los no agradecidos, clava puyas aceradas en el lomo del aliado.
El señor López, cuyo patronímico castellano trata de ocultar con lo de Patxi (Paco), califica de absurda la intención de Cristóbal Montoro de perseguir por la vía penal a los políticos que se salten el déficit tasado. Fiel a la política de tirar la propia basura en predio ajeno, pone la guinda al pastelito de su malicia preguntándose si el Ministro de Hacienda y de Administraciones Públicas pretende llevar a medio PP a la cárcel. Sembrado. Don Patxi está sembrado. Con la garrocha acosa y con el verbo azuza. La viga que atraviesa el ojo del maléfico gabinete de Zapatero ha dejado tuerto al país y, en su afán de destacar la mota de polvo en el Gobierno de Rajoy, hala, a cebarse en el otro.
Más de media España sufre los embates de la ruina colectiva. En esta selva del caos económico, Patxi acusa al bombero de los fuegos que provocó el pirómano. Se necesita tener poca vergüenza política y tan débil entidad moral. Pero hombre, si hemos recibido una herencia de más de cinco millones de parados y unas deudas de pterodáctilus horribilis, habrá que activar alguna medida de ajuste para salvar el pozo en el que la camarilla psoecialista nos ha tirado sin consideraciones. Pues no. A seguir despilfarrando, a continuar con el saqueo, a secar la ubre de los impuestos que pagamos los españolitos y a seguir chupando del bote público.
Me permito recomendar al señor López, don Patxi, la lectura de una noticia que deja estupefactos a toda Andalucía. Su amigo de farras gobernantes, el señor Griñán, es el artífice de una nueva barbaridad gestora. A fin de dar una apariencia de austeridad y de hacer creer que tiene bien asidas las riendas del déficit, ha instado a la Intervención General a comenzar “procesos de traspaso masivo de remanentes comprometidos y anualidades futuras”. O sea, que hasta que estos traspasos no sean totales, “no se contabilice nueva propuesta de documento contable con cargo al ejercicio 2012”. En román paladino, que la Junta de Griñán suspende pagos. En la jerga del cheli: que se jodan los acreedores y que apechugue el PP si gana las elecciones. Lindo gatito.
Y Patxi tiene la cara de decir que se preocupa por el PP. Inquiétese, primero, por sus cuentas; luego, alármese por el polvorín de corrupción generado por Chaves y Griñán; a continuación, recele de Blanco, Garzón y algunos de los implicados en la caja de resonancia Gürtel; por último, lávese la boca y no profiera más necedades.
El gran Julián Marías prologó la reedición de "España como preocupación", libro escrito por su esposa Dolores Franco. Del mismo, extraigo el siguiente párrafo: “la guerra civil, que nos hirió profundamente, pero no consiguió arrastrarnos en su estúpido y fratricida viento de discordia, fue una terrible sacudida para nuestras esperanzas españolas. Pero no nos resignamos; no estábamos dispuestos a creer que España era lo que acababa de ser, lo que estaba siendo; pensábamos que aquello era una locura -una locura consentida-, un mal sueño estimulado interesadamente por algunos, de dentro y de fuera. Teníamos presente lo que había sido España durante siglos, su historia dramática y llena de gracia, sus empresas creadoras, sus desmayos, sus tristezas, su vitalidad siempre renovada”.
Preocúpese, señor López, don Patxi, por España, por los españoles, por la justicia social, por la verdad y el respeto. Por los principios y los valores. Contribuya y ayude a sacar el carro del fangal en que lo abandonó Zapatero. Preocúpese por ello. Hágame el favor.
Un saludo.
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