PAPÁ/PADRASTRO ZAPATERO

 ZP, futuro premio Nobel por sus estudios sobre cómo romper la economía estatal en unos pocos años, sigue aumentando la deuda pública española. Como en España no tenemos un duro, hay que buscar fuera la pasta. Entonces, ZP emite títulos y más títulos y, con pólvora ajena, engrosa la deuda. De la misma hay que pagar principal e intereses. A los deudores se nos marca un plazo de pago. Si no abonamos a término, los efectos son harto conocidos. Que le pregunten a quienes se han hipotecado de por vida para comprar un piso y, por mor de circunstancias, han sido desahuciados. Nos endeudamos y afrontamos lo que se nos viene encima con más o menos resignación. Si no pagamos, a la calle. Morosos.

 La normalidad marca un punto de inflexión en el alcance de cuanto pedimos prestado. Compramos una casita porque la adquisición de un chalet nos resulta imposible. Nuestro coche responde, asimismo, a nuestra capacidad de ingresos.. La ambición o la ausencia de cordura son causas habituales de endeudamientos extremos que superan el monto del patrimonio propio presente y futuro.. La herencia a beneficio de inventario se instituyó jurídicamente para no traspasar a los hijos las deudas de los progenitores.

 El papá/padrastro Zapatero quiere su palacio y su flota de vehículos deportivos. Quiere mantener un status imposible en estos momentos de crisis. Despilfarra millones en aceras, tira los euros en cursitos de supuesta formación, subsidia a los parados en pos del voto salvador, paga a precio de oro al Molt Honorable Montilla (correligionario psoecialista) los menús de lujo y hasta las copas de los Carods y Puigcercós de turno, y, en fin, se gasta en ministerios inútiles y en ministros penosos todo lo que los españolitos le ingresamos con el impuesto de nuestro trabajo y de nuestro consumo. Para que el papá/padrastro mantenga el tipo y la cara. Pétreo el rostro, impasible su ademán, falso el talante, nulo el talento. Papá/padrastro Zapatero.

 No es el hijo pródigo. Es el papá/padrastro gastoso para lo que a él conviene. Gasta y gasta. Para gastar, nos sube los impuestos. Los directos, menos, para que los más ricos sigan beneficiándose. Los indirectos, más, para que los pobres paguemos lo mismo que los ricos. Nos hipoteca el presente. Mala cosa. Peor, articulista, es que hipoteque el futuro de nuestros hijos. Cierto. Muy cierto. Nuestros hijos deberán pagar sus impuestos de entonces y los que les leguemos. El problema es que no podrán rechazar la herencia acogiéndose al beneficio de inventario. Se la van a comer enterita. Menudo porvenir les depara el papá/padrastro Zapatero.

 Invierte en crear empleo, Zapatero. Incentiva la competitividad de las empresas. Administra nuestros recursos. Contrata a un José como el faraón de Egipto en época de vacas flacas. Si no lo haces, no surgirá el Moisés que abra las aguas. Nos ahogaremos todos en el mar de tu ineptitud, papá/padrastro Zapatero. Rectifica. Nunca es demasiado tarde. Nuestros hijos te lo agradecerán. Si no, que el pueblo te lo demande. Padrastro.

 Un saludo