POLÍTICAMENTE CORRECTO
Mario Jiménez, el secretario general del PSOE de Huelva, fue durante mucho tiempo el delfín de Javier Barrero. El término delfín designa, históricamente, al sucesor del rey de Francia. No quisiera que se interpretaran mis palabras en el sentido de que considere al sr. Barrero rey y al sr. Jiménez su heredero a título de monarca, tal como hizo Franco (mis excusas) en su momento con D. Juan Carlos. Tampoco quisiera herir la sensibilidad de estos dos prohombres de la política onubense contemporánea, que tanto han hecho por la igualdad, la equidad y el reparto de prebendas para con sus afiliados, ignorando si, en su fuero interno, son republicanos. No. Quiero ser políticamente correcto y si manifiesto mi pensamiento, lo haré haciendo uso de una lluvia de eufemismos, lítotes o atenuaciones. La democracia es el poder del pueblo (en España, es más el poder del pueblo afín al partido socialista) y sería demagógico utilizar expresiones que puedan lesionar la credibilidad (no sé cuánta tienen) de D. Mario Jiménez o de D. Javier Barrero.
Por ejemplo, si me refiero a la relación entre Mario Jiménez y determinado empresario del ladrillo, me abstendré de señalar que entre ellos existe una complicidad sociopolítica con bastardos intereses económicos. Ni hablar. Expresaré que uno y otro personajes se mueven en la esfera de la mutua cooperación para el mutuo enriquecimiento (cultural o dinerario o humanístico,..). Del mismo modo, si analizamos los lazos que unen a D. Javier Barrero con el abogado Mohedano, no diré que éste consiguió ganar el caso en que el primero se vio envuelto por algún lío de tráfico. Bajo ningún concepto. Haré constar que la pericia del letrado contribuyó a resplandecer la verdad de la inocencia del Sr. Barrero, injustamente pisoteada por la arbitraria denuncia de algunos beneméritos. No cabe, en el mismo sentido, atribuir a Dª Petronila Guerrero actuación irregular alguna en su condición de Presidente de la Diputación de Huelva en el caso "Palacete de la Plaza de las Monjas". En absoluto. Me limitaré a exponer la categoría política de esta persona, mujer hecha a sí misma, en cuanto es capaz de sacrificar su vida en la defensa del arte y de la cultura, toda vez que el edificio en cuestión es una joya del modernismo onubense primisecular y, aunque oficialmente no se catalogue como bien de interés cultural, ella lo hace como heroína, como una nueva edición romántica de "Libertad guiando al pueblo". Y tampoco cometeré la incorrección verbal de imputar al Consejero de Empleo de la Junta de Andalucía, el Sr. Fernández, ni a la nunca bastante ponderada Consejera de Medio Ambiente (¡socorro!), Dª Cinta Castillo, descalificación alguna acerca de las balsas de fosfoyesos y de los cenizas de Acerinox. Que no. Sólo destacaré sus desvelos por la defensa del empleo (los miles de millones invertidos no habrán creado muchos empleos, pero qué me dicen del esfuerzo, de las ganas, que ha puesto tan distinguido caballero, de los ratos que ha hurtado a estar con su familia, de su voluntad de servir a España; por favor, un respeto) y por la conservación del medio terrestre, fluvial y aéreo de Huelva (la señora Castillo es un paradigma en este sentido, pues está segura de que los habitantes de la barriada de Pérez Cubillas no están afectados por enfermedad alguna derivada de esos subproductos que apila Fertiberia en la marisma, ni la capital sufre problema alguno por respirar el grato olor perfumado que desprenden los bosques de chimeneas del Polo de Desarrollo que fundara el Dictador -¡no confundir con Chaplin!- en 1964; tan segura está, que su partido rechaza un estudio epidemiológico de la zona). O acaso van a dudar del conocimiento geográfico de ambos colaboradores de Chaves por más que puedan asegurar que Aracena es una localidad pacense.
Entérense todos. Si el PSOE llama al aborto interrupción del embarazo, así será cuando quienes se sometan a esta operación sean mujeres del partido o simpatizantes, pero si quienes interrumpen el embarazo son féminas de otros partidos, entonces hay que llamarlas pécoras abortistas que se preocupan más por el desarrollo del lince que por la vida del que ha de nacer. Y si con Franco la policía violentaba a los manifestantes o torturaba a los presos, en todo gobierno del PSOE, la policía se limita a hacer uso de pedagógicos métodos de persuasión. Que Aznar ordena desalojar a los marroquíes que se apoderaron de Peregil, evidencia su carácter belicista y xenófobo, mas si Zapatero saca a nuestras tropas de Irak o de Kosovo, nadie debe pensar que el Presidente es un cobarde (cobarde él, mecaschis) o que el Gobierno ha urgido a la retirada militar, sino que ha efectuado un extraordinario movimiento táctico hacia la retaguardia. Y cuando Rubalcaba autorizaba a Eguiguren negociar con ETA, no lo estaba haciendo con una banda terrorista y asesina, sino con el otrora brazo armado de los independentistas vascos.
Por ello, reitero, no se confundan ustedes, señores lectores. A los dirigentes del PSOE se les ve venir porque son transparentes. Otra cosa es que utilicen corazas para defenderse de ignominiosos ataques o lancen cortinas de humo para despistar a sus perseguidores políticos. Pero verles venir, se les ve de lejos. De dos caras, nada de nada, y menos si son de billetes de 500 euros. Yo, por si acaso, introduciré las manos en los bolsillos...
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Fernando -