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Francisco Velasco. Abogado e historiador

DE PROFESIÓN, “ESCRACHEROS”

 

             Esto del  escrache rellena un montón de páginas. Si en vez del término a lo argentino, lo llamáramos acoso a la usanza española, las tendencias de moda recorrerían los barrios penitenciarios.

 

            No sé cuántos entre los alborotadores habituales, que se agrupan bajo la sombrilla de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, están concernidos por el impago de las cuotas. Tampoco sé, pero me lo malicio, quiénes entre ellos están a sueldo de algún partido de la izquierda de feria sevillana de los señoritos de postín y/o de un par de sindicatos de los llamados de clase. De lo que no tengo dudas es que esto del escrache es una fórmula concebida por los agitadores y propagandistas de la oposición para desgaste del partido del gobierno. Esa fórmula nada tiene de nuevo, salvo la denominación, pues ha sido conocida siempre como acoso, intimidación y amenazas.

 

            Tan preparados están los de la PAH que cuentan con todo un protocolo de qué, cómo, cuándo, dónde, actuar sin colisionar con las fronteras de la ley. El colectivo sale a la calle con la intención, -el quién, el quiénes-, de hostigar a los políticos de la derecha. De la derecha, por más que fueran los de la izquierda los que impulsaron con mayor entusiasmo la política de echar a la puñetera calle a los que no pagaban cuotas o alquileres, los que más se adelantaron a la hora de indultar a banqueros corruptos y los más veloces cuando de pedir préstamos a las cajas se trataba y, por supuesto, de reclamar después la condonación de sus deudas.

 

La izquierda guerracivilista exhibe en las actuaciones de la PAH sus armas de provocación callejera. Dentro de poco se dirigirán a iglesias y conventos en reivindicación de su cierre. Y si no, a la quema. Ya están dando muestras de sus cercanías al ámbito etarra por aquello de su común admiración a Chaves y a Maduro. La monarquía se ha convertido en el pimpampum fuego de sus nuevas razzias callejeras. Aquí todo vale con tal de despreciar la democracia que se materializa en los votos electorales.

 

La PAH, la POH y la PUH son los instrumentos más recientes de la nueva contienda bélica en que estos señores nos quieren meter. La artillería vendrá después. Su sentido de respeto al pueblo tiene un requisito previo e indispensable: que gobierne siempre la izquierda. Que si no es así, nos van a joder, con perdón, a todos. Los profesionales del escrache de hoy serán mañana pistoleros y matones a sueldo. Tiempo al tiempo.

 

Un saludo.

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