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Francisco Velasco. Abogado e historiador

CRISTINA DE BORBÓN

 

Imputada. Una Infanta de España, imputada por un juez. Argumentos a favor, cantidad. En contra, otra que tal. Hechos, equívocos. Realidad, desigual.

 

El esposo de Cristina está imputado. El socio de Urdangarín, también. La esposa de éste, ídem de ídem. Por qué no la cónyuge del exbalonmanista. No se entiende.

 

Las circunstancias aconsejan máxima independencia del poder judicial. La Corona no pertenece al rey. Es una institución patrimonio de la España democrática y constitucional. Si la hija del monarca es igual ante la ley a la esposa de Torres, confiaremos en que la justicia no discrimina a nadie.

 

La imagen de don Juan Carlos alcanza niveles de deficiencia. Por sus propios deméritos, entre los cuales el desconocimiento de los andares de su yerno y de su hija no son singulares. No se trata de buscar ejemplaridad en el entorno de los tribunales ni atacar, por lo que es, a Cristina de Borbón. Lo que sí se pide es aplicación de la ley.

 

Ya está bien de soplaglobos que venden estupideces. Si la ciudadana Cristina de Borbón ha de traspasar el arco detector de metales, como todo quisque. No caben privilegios para quien no ha sabido responder a las expectativas y grandezas de su nacimiento.

 

Si la dignidad se impone alguna vez y la Infanta de España hace valer su cualidad de esposa, trate de encargar su defensa al mejor postulante. Si sale absuelta, acompañe a su marido allá donde éste se pueda ganar la vida de manera decente. Si decide divorciarse, por aquello de la altura de miras de la realeza, cuide los silencios de su ex. Los grandes escándalos surgen siempre de agravios gigantescos.  No se olvide.

 

Un saludo.

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