Blogia
Francisco Velasco. Abogado e historiador

EL CLAMOR DE LA LISTA ÚNICA

 

 EL CONTENIDO DE ESTE BLOG SE PUBLICA TAMBIÉN EN LA SIGUIENTE WEB)

 http://franciscovelascoabogado.blogspot.com.es

 El cónclave era un clamor. La multitud enardecida gritaba con vehemencia y aplaudía al caudillo o, acaso, líder. Nadie reclamaba ante las declaraciones del orador, pleno de calor fingido y de invectivas ásperas. Mario Jiménez sacó adelante su lista única. Qué se ha de esperar de un grupo en el que la unicidad de la voz se rige estatutariamente por la idea única y el único pensamiento. La fumata sería blanca o no sería.

 

Ahí tienen al cabeza de lista, que no de turco, de los treinta y seis delegados psoecialistas de Huelva que participarán, como un bloque sin fisuras -ya se librarían de moverse lo más mínimo- que funciona a la búlgara y ovaciona con las orejas para no recibir el ostrakazo en la frente.

 

La inteligencia se comporta como un termostato. A poco que la temperatura se eleve, salta y apaga la corriente de dignidad que amenaza con cargarse al aparatchik. Nadie que pretenda salir en la foto, discrepará -qué digo, ni toserá- del discurso del gran jefe. Ahora elogia el acierto del pacto con los comunistas, cuando ayer imprecaba a Izquierda Unida por si desviaba hacia el Pp su caudal de votos. Y todos asentirán con el típico balanceo de la testud de arriba hacia abajo.

 

Ya se librará el más topirondo en esbozar una sonrisa ambigua cuando por sus oídos penetre el sonsonete oficial del crecimiento económico de Andalucía y la fortaleza de la Junta que no recorta uno solo de los servicios sociales de la región. En cuanto a los gestos, cuidadín. Si algún corazón de la mano se levanta rebelde, se considerará peineta y gravísima falta de consideración para con el portavoz parlamentario de Griñán. Cuando el visir provincial nombre el objetivo de creación de empleo, los asistentes prorrumpirán en un espontáneo -indicado por el regidor del programa- batir de palmas que haga crujir el artesonado del lugar de reunión.

 

Quienes conocemos a don Mario Jiménez no albergamos dudas sobre su ilusión quasi infantil de permanecer asido al timón del bajel que le proporcione la seguridad financiera de la que disfruta desde que puso los zapatitos en la sede del conquero. El máximo adalid de la lucha contra la corrupción ajena no puede detenerse en los chanchullos miles protagonizados por los suyos. El reyezuelo de la Huelva sometida no consiente los embustes del Pp sobre los puentes a Punta, los fosfoyesos turísticos, el hotel parisino de doña Petri, el aeropuerto castellonense de Cartaya o el desdoble de la nacional a Badajoz. Las falsas promesas fueron pronunciadas por Arenas, que no por Chaves. A ver, aquella señora que se carcajea en la esquina, desalójenla. A la calle. Si yo digo que el AVE de Huelva está paralizado por culpa de Pedro Rodríguez, ni un rictus y, menos, un debate. Y si insisto en que los EREs es una práctica nefanda de Zoido, pues ni media. Porque lo nuestro, reitero, es la defensa de una democracia abierta y participativa. Eso sí, abierta a los corderos y participativa de los beneficios de las cajas de ahorro.

 

Lo dicho. La lista única revela algo más que un síntoma. Toda una patología. La pluralidad se pinta en negro. El fascio, el grupo, la liga, el sindicato, la banda, la secta,... molan. La fuerza se consigue a través de la unidad, de la unificación, de la uniformidad. Mario Jiménez en estado puro.

 

Un saludo.

0 comentarios