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Francisco Velasco. Abogado e historiador

MAYORÍAS Y FECHORÍAS

 

 Todo un torrente de intenciones. Artur Mar invoca a la gracia divina para que el PP no obtenga mayoría absoluta. La mayoría de la derecha nacional incomoda a la derecha nacionalista catalana. Derecha contra derecha. Por qué será. La fechoría. La respuesta se halla en la fechoría. En la mala acción, allende la acción maliciosa. La diferencia entre un malhechor y un bienhechor se sitúa en la palabra y en el acto. Una mayoría absoluta del PP puede llevar a evitar una fechoría de CiU. Si el partido de Mas y de Durá rechaza el absoluto triunfo del partido de Rajoy en los próximos comicios electorales, se debe a que el barbado candidato de Aznar podría chafar la arquitectura separatista que han diseñado los convergentes con la complicidad del Psoe catalán.

 

La mayoría absoluta como parapeto contra la fechoría del independentismo. La Constitución como abrigo contra la dictadura de los hechos consumados. Rajoy, bienhechor, frente al catalanismo malhechor y anticonstitucional. El plato está servido.

 

La necesidad imperiosa de que el Partido Popular se lleve de calle las elecciones generales se concreta en varios puntos. En primer lugar, en mandar un mensaje de esperanza en la recuperación económica de España, después de las invectivas psoecialistas contra la prosperidad de nuestro país. En segundo lugar, la introducción de un cauce de diálogo social capaz de frenar la corrupción moral que asuela España desde que la marea negra de los Rubalcaba y adláteres entraron a saco en la Hacienda pública y en la Administración. En tercer lugar, en anclar la Carta Magna en los retenes de su propia letra y de su espíritu de conciliación y de unidad. En cuarto término, en la voluntad de poner coto a los desmanes de catalanistas y vasquistas que aprovechan la debilidad ética del señor Zapatero para alcanzar sus espurios fines segregadores. En quinto, en arraigar una filosofía de trabajo, de esfuerzo, de superación, de productividad y de competitividad que haga posible una nueva plataforma de progreso real.

 

Si el PP no alcanza mayoría absoluta, los Mas, Montilla y demás politicastros de esta jaez verán cumplidas sus metas más demagógicas. Romper el Estado español en minúsculos estados taifas en los que los reyezuelos de turno se disputarán el cetro de la bazofia más repugnante.

 

Por estas y muchas cosas más, o el Partido Popular gana los próximos comicios o los españoles dejaremos de formar la Nación que forjaron los Reyes Católicos. y que categorizó la Constitución de 1812. En el siglo XXI, a diferencia del siglo XIX, España se verá inmersa en un proceso de disgregación, opuesto al de unificación liderado en Italia y Alemania por los Garibaldi y los Bismarck.

 

En España, los nacionalismos reman a contra corriente. Cuentan con la inestimable ayuda de alguna gentuza psoecialista que disparan contra el cuerpo nacional con tal de satisfacer las ansias del riñón bien cubierto.

 

Es preciso que los españoles sepamos decir a Artur Mas: no tomes el nombre de Dios en vano. Ni te escudes en la española Cataluña para satisfacer tus ambiciones particulares. Más te valiera, Mas, procurar el desarrollo de tu región en vez de dinamitar los pilares de tu Patria. Tu patria, Mas, es España. España. Lo demás son majaderías de malhechores.

 

Mas. Menos.

 

Un saludo.

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