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Francisco Velasco. Abogado e historiador

LA VÍA SOCIAL

España, 2010. La procesión asusta. Las penas conmueven. El peso aplasta. Cinco millones de parados. Apuesto cinco millones, sobre una, de que van a seguir en el desempleo. Muerte laboral y anímica. Durante años, los dos grandes –grandes por subvencionados- sindicatos han silenciado el desmán perpetrado por este Gobierno inepto.

 

Inepto y maligno. Si no, se irían por la puerta de atrás, cabizbajos, avergonzados de su incapacidad.  Vía social, lanzaba Zapatero al viento que le azota el cerebelo y le hace decir majaderías como ésta. Vía social para salir de la crisis, postulaba dos años atrás. Qué sabrá él, además de falsear. La única vía social es la de la reactivación de la economía para crear puestos de trabajo. La vía social no es subir impuestos a los pobres y ayudar a los ricos. La vía social pasa por mejorar las pensiones y fortalecer los salarios de los costaleros que llevan el paso del crucificado obrero.

 

La vía social es fomentar el empleo entre mujeres y jóvenes y combatir el creciente umbral de pobreza. Distribuir mejor la riqueza, es una vía social. Como lo es alejar la corrupción de la Administración o colaborar con las instituciones más destacadas en el auxilio a los desfavorecidos. No es la vía social nombrar y mantener ministros floreros o encumbrar a amigas personales despreciando el sentir de la mayoría democrática.

 

La vía social es labrar con honradez un futuro a nuestros hijos y nietos. Reducir la deuda de las francachelas gubernamentales. Invertir por España. Procurar una educación y una sanidad de mayor calidad. Gastar con tino. Prescindir de Blanco, Aído, Corredor, Garmendia, Sebastián, Jiménez, Moratinos, De la Vega y el equipito de nepotes que calientan sillones y se llevan el bolsillo caliente. Dimitir. Hoy mejor que mañana. Ahí está la vía social.

 

Fortalecer España frente a los independentistas que buscan fragmentarla. Acabar con ETA por el camino de la legalidad y no por el de la bajada de pantalones. Llevar la tranquilidad a los ceutíes y melillenses a merced del amiguito marroquí. Librarse de la cohorte de asesores gañanes y zangolotinos. Activar los valores de la honradez, de la abnegación, de la solidaridad, de la transparencia.

 

La vía social es humanizar el rostro de piedra y arrancarse el corazón de granito. Tranquilizar a los mercados. Eliminar inquietudes y acrecentar la confianza de los consumidores. Vía social.


Dé ejemplo. Al menos por una vez, muestre autoridad y entierre su tiránico poder. Váyase, señor Zapatero. Váyase. Deje que este país relama sus heridas y las cicatrice. Con usted y su panda, es imposible. Vía social. A la calle.

 

Un saludo.

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