Blogia
Francisco Velasco. Abogado e historiador

PEQUEÑO PRESIDENTE PEQUEÑO

  

El señor Zapatero es un gobernante pequeño en un país grande. Se las da de limpio e inocente cual el principito de Saint Exupéry, pero es sucio y avieso. Impenitente en el engaño y compulsivo en la ausencia de verdad. Su instinto político le impele a la mentira de una manera obsesiva. O recurrente. Lo mismo que ocurre al estudiante pillado con “chuletas” o al sicario con la parabellum entre las manos. Todos niegan lo evidente.


Ha cantado la gallina. La defensa, tantas veces cantada, de su política social era pura hipocresía. Mediante el decreto-ley que tanto reprochara a Aznar, ha apuñalado a miles de mujeres y de mayores. Al resto, los ha estafado. Tijeretazo de tomo y lomo en el bolsillo pero traición en el alma. Se carga a los pobres.


Con tantos ministerios inútiles, tanto paniaguado asesor, tantas fanfarrias de latón, tantas Autonomías insaciables, tanto gorrón y tanto parásito, lo de la austeridad es un chiste. Un chiste malo. Muy malo. Dice la Cámara de Cuentas que, en 2008, la Junta de Andalucía tenía en nómina de enchufados a más de veinticinco mil. Veinticinco mil enchufados en empresas públicas (del PSOE) y en fundaciones (del Partido Socialista), frente a los veinticuatro mil funcionarios que, por oposición, ingresaron legalmente en la Administración andaluza.


Estos psoecialistas postineros y estos izquierdosos de tronío son así. Trileros de la política. Te dan el cambiazo en un suspiro. Primero, te acercan el señuelo. Una vez picas, sube la bolsa. Aumentas la inversión y, hala, timo que te crió. Como el del tocomocho. Como el de Dubai de 600 euros albañil/día. El PSOE trata a los españoles como simios de experimento.


El socialismo rechaza a la condición humana, a Dios e incluso al orden natural. El psoecialismo reduce todo a cenizas para que, tras la derrota, el vencedor no pueda aprovechar los campos ni el ganado ni cualquier riqueza. La nada. La tierra quemada es la nada. El perdedor no quiere dejar al adversario ni un gramo de facilidades para llevar adelante lo que él no pudo hacer. Es el odio llevado a las últimas consecuencias. Caiga quien caiga y muera quien muera. La teoría de la tierra quemada se subsume en la política económica de Zapatero.


Recorta derechos y niega la evidencia. No le gusta el rostro de la realidad. Zapatero es un símbolo. El símbolo del desvalor. La representación del árbol envenenado. Mala educación, en suma. Peor ralea. Qué lastima. Váyase, presidente insignificante.


Un saludo.

 

0 comentarios