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Francisco Velasco. Abogado e historiador

MÁS CRISIS


 Con esta pandilla, la crisis no va a menos. No. Va a más. La crisis. La pandilla Z no quiso advertir la enfermedad económica y financiera. Cuando admitió lo tangible, la mutación del mal caminaba hacia profundos derroteros. Empeoramiento general. Ni siquiera un síntoma de mejoría por más que algunos voceros insistieran en la mentira impía de los brotes verdes. La inestabilidad económica quitaba el velo tupido que ocultaba una política sin rumbo. La pandilla médico-curandera sonreía al sentirse descubierta. Son intrusos. Intrusos. No saben de medicina. La delicada situación del paciente no puede dejarse en manos de unos indocumentados.

 El cirujano jefe ZP, cuyo título lo adquirió en un curso de dos horas vespertinas en la tómbola de su pueblo, se ha quitado de enmedio al que sabe y se apoya en la que casi todo ignora pero que a todo asiente. Ha nombrado co-líder a Méndez, eminencia gris de la economía ugetista, y "coco-líder" a Toxo. Las esperanzas se pierden en este maremágnum de los sin ideas. Mientras, ríen. No hay conflicto. Ríen porque la calle está tranquila. Fármacos a espuertas para evitar la catatonia. Ansiolíticos a granel para conjurar el estado depresivo. Opio deportivo a oleadas para insuflar un poco de ánimo. Palabras de falso aliento como síndrome placebo.

 El mal avanza. Los equipos médicos a los que se consulta son despreciados cuando diagnostican lo que no les interesa. El FMI, a un lado. BBVA, a otro. Banco de España, más guapo calladito. Empresarios, culpables. Dinero a los bancos. Para los bancos. Dé créditos, oiga. No los devuelven. No presto. ¡Cómo vamos a prestar si no hay confianza en el ciudadano ni en la empresa ni en el Gobierno! No presto. Presta tú. Si racionas, presagio más recesión. Buen presagio. Observa la Bolsa. Un pasito "palante", María, dos pasitos "patrás".

 ¿Qué hace Obama? No hace. Le crece el paro y la industria no mejora. Ved, derechones, si Obama no obra el milagro, yo tampoco, dice el Jefe de la alegre pandilla. -Mal de muchos..., jefe, ya sabe, musita un atrevido peón. -Además, nosotros estamos el doble peor que los americanos, susurra el compañero del anterior. -Opiniones, corta el gran jefe. ¿Verdad, Cándido, que tengo razón? -Sí, bwana, siempre tener razón. Mira los coches que ha vendido Sebastián gracias a nuestras inyecciones. -Bueno, lo malo es que lleguen a pagar las cuotas mensuales. Que como no paguen, nos pondremos los güitos de corbata.

 Por huebos. Por huebos hay que prescindir del equipo curanderista. Por huebos. No se trata de una expresión insultante aunque mal suene. Ya un colega tuvo oportunidad de poner en evidencia a un miembro de la judicatura y a otro de la fiscalía que le acusaron de desacato. Por huebos. El término, castellano antiguo que sigue vigente aunque en desuso, se remonta, cuanto poco, al siglo XII. En referencia al destierro del Cid Campeador, se puede leer en el Cantar de Mio Cid: "Nos huebos avemos en todo de ganar algo".
 
 Un saludo.

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